En conferencia de prensa, el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y los líderes de la defensa jurídica del triunfo presidencial, Jesús Murillo, Benito Neme y Raúl Cervantes, dijeron que su partido está abierto a una fiscalización total y demandaron ante la a Procuraduría General de la República (PGR) que se investigue hasta las últimas consecuencias las acusaciones hechas por la coalición de izquierda y el PAN por el supuesto lavado de dinero en la campaña de Enrique Peña Nieto.
El partido demandó de comprobarse la falsa imputación de las acusaciones de sus adversarios, estos sea castigados por su actitud irresponsable pues “han hecho de la mentira un instrumento de propaganda política”.
El PRI sostuvo que la única imposición y fraude en la elección presidencial de 2012 sería desconocer el triunfo obtenido por Peña Nieto para después darle la victoria al candidato que perdió los comicios.
