Por medio de disculpas públicas el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Raúl Cervantes, reconoció la inocencia de tres mujeres indígenas del estado de Querétaro, a las que se les acusó en el 2006 por secuestrar a seis agentes investigadores.
El proceso penal contra estas tres indígenas, de nombre Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, las condenó a 21 años de prisión, sin embargo fue en el 2009 y en el 2010 cuando la Suprema Corte de Justicia consideró que no existían las suficientes pruebas en su contra de las mujeres.
Después de que quedaron libre y sin cargos, la PGR no quiso reconocer oficialmente la inocencia de las inculpadas, además de negarse a indemnizarlas por el daño moral causado.
«Con la disculpa pública no me devuelve el tiempo perdido”, dijo Alberta, quien recordó que su tiempo en la cárcel vivió humillaciones por ser pobre e indígena.