La diputada Mishi Mboko, impulsora de la huelga sexual en Kenia, aseguró: «Sin tarjeta de votante, no hay sexo». Una campaña que despertó polémica ante las próximas elecciones presidenciales del 8 de agosto.
Para Mboko se trata de una estrategia para empujar al mayor número de ciudadanos a votar y así darle más oportunidad al candidato de la oposición de derrotar al presidente saliente, Uhuru Kenyatta. «No hagan el amor con sus maridos hasta que no sean registrados», fue el mensaje de Mboko a las mujeres de su nación que llamó a que la abstinencia dure hasta el próximo 17 de febrero cuando finaliza el plazo para inscribirse para poder votar.
En 2009, un grupo de activistas llevó a cabo una huelga de sexo por una semana para convencer al entonces presidente, Mwai Kibaki, y al primer ministro, Raila Odinga, a reconciliarse y poner fin a una crisis política en ese país.