Que pague el pobre ciudadano

CESAR IÑIGUEZ AVATARTRIBUNA/César Iñiguez

El Observatorio Ciudadano de Movilidad que encabeza Alberto Galarza «El Rojo» propuso la «brillante» idea de crear un impuesto especial a vehículos, como la antigua contribución de la tenencia, con lo se pretende recaudar más de cinco mil millones de pesos por año, para ir a una supuesta bolsa verde en la que se mejore el transporte público.

Según las cifras oficiales, hay un millón 900 mil autos en los municipios de Guadalajara y Zapopan, los cuales ya pagan un refrendo y una verificación anual; y de este total se cree que al menos el 25 por ciento son autos de modelo 1990 o años anteriores, los que provocan mayor contaminación.

Aquí hay dos cosas a resaltar; sin duda todos somos corresponsables de cuidar nuestro ambiente y quien use un vehículo debe contribuir mediante los impuestos a mejorar las calles que son para su uso, los señalamientos viales, semáforos y la infraestructura destinada para ello, y también, debieran mediante distintos mecanismos mejorar la calidad del calidad del aire que se contamina con el uso de un auto.

Pero por otra parte ¿No será suficiente con el impuesto de refrendo que se paga cada año por vehículo? ¿No será suficiente con el pago de la verificación vehicular, que solo sirve para recaudar impuestos? ¿Todavía tendríamos los automovilistas que cargar con un impuesto más, cuando hemos visto poca transparencia sobre el manejo de los recursos de parte del gobierno?

Sin demeritar el trabajo del observatorio ciudadano en movilidad, surgen inevitablemente varias dudas y sospechas, las obras de movilidad y las mejoras en el transporte público necesitan de dinero para realizarse, de acuerdo, pero es muy burdo que el eslabón más débil de la cadena asuma ese costo; ¿y los ahorros y la austeridad del gobierno del estado? ¿No podría el gobierno restablecer sus prioridades y definir cómo se asignan los recursos cada año? ¿Y los recursos de la federación?

Debieran considerarse alternativas distintas para solucionar la calidad del aire y mejorar las condiciones del transporte público que solo cargarle la mano con otro impuesto al pobre cristiano.

Además, resulta aún más sospechoso que sea un observatorio ciudadano el que proponga una medida tan impopular como crear un impuesto con beneficio para el ejecutivo del estado, quien administraría y definiría en qué se gastan esos recursos. Sin pensar mal ¿no le habrían sugerido al observatorio hacer una propuesta que pudiera tener un costo electoral próximo?

Un impuesto así es completamente innecesario, si antes no se da un orden y se transparentan eficientemente los recursos que se reciben; pero seguro y para desfortuna de nosotros, los pobres mortales, si al PRI le va mal en el 2018, que todo parece indicar que por ahí va la cosa, no le extrañe amable lector, que nos den un impuesto verde de despedida por parte de esta administración estatal.

Analista político

@CesarIniguezG

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