El PRD logró llenar el Zócalo, en el cierre de su campaña en la capital del país pero con viejas estrategias conocidas es decir con prácticas muy parecidas al Partido Revolucionario Institucional (PRI): Cientos de personas fueron llevadas en microbuses. Algunos de los asistentes confesaron a la prensa que les ofrecieron dinero y una despensa a cambio de su participación al mitin.
El PRD va en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y con Nueva Alianza (PANAL), éste último fundado por Elba Esther Gordillo, hoy en prisión por desviar cientos de millones de pesos del mayor sindicato de maestros, el SNTE y se enfrenta se enfrenta a una competencia inédita desde la izquierda por el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Los militantes descendieron de microbuses de varias rutas y taxis del Frente Popular Francisco Villa. Apostados en el Zócalo esperaron durante dos horas la llegada del dirigente del partido en la capital del país, Raúl Flores, a quien recibieron con gritería de apoyo.
En el Zócalo predominaban las camisetas con la insignia de Dione Anguiano y José Luis Muñoz Soria, candidatos a delegados en Iztpalapa y Cuauhtémoc, dos delegaciones que tienen marca de riesgo para el PRD. En la escena, repartidos en la multitud, estaban quienes portaban bolsas con alimentos y un jugo. Nadie lo escondía. Los reporteros gráficos les tomaban fotos sin problemas. Se sellaba así la imagen de lo que en México se identifica como “acarreo”.
El PRI capitalino acusó al PRD, en Twitter, de utilizar vehículos oficiales para movilizar gente. Difundió además varias fotos.
