Para la psicóloga Nora Machuca todos los niños que participaron en el homicidio del pequeño Cristopher, deben ser castigados penalmente, porque el crimen que cometieron lo hicieron conscientes de ello, para mostrar su patología social.
Insistió que todos deben ser juzgados por igual, porque está claro que su madurez mental está muy por encima de su edad biológica, «se juzgará a los de 15 años por su edad, pero no sabemos si los otros menores fueron en realidad los líderes de este acto criminal».
Explicó que se trata de una generación de niños sociópatas, que están resentidos con la figura paternal de autoridad, y tratarán de mostrar su inconformidad con conductas delictivas e incluso podrán llegar a un mayor nivel como las masacres. Para ella el panorama es adverso, tendremos que acostumbrarnos a este tipo de violencia, por lo que consideró necesario fortalecer las redes familiares y luchar contra ello.
En la colonia donde viven los niños homicidas, al igual que su víctima, en Laderas de San Guillermo, al margen oriente de la ciudad de Chihuahua, en el municipio conurbado de Aquiles Serdán, el entorno e historia social está rodeado de venta de drogas al menudeo, ejecuciones callejeras, refugio de reos que son liberados y se quedan a vivir en esta parte de la ciudad, cerca del Cereso donde estuvieron a consumir drogas en los picaderos.