Por Eugenia Barajas
En el Congreso del Estado de Jalisco hablar de irregularidades con la nómina de los trabajadores ya no es novedad, ahora se detectaron a 28 empelados que se duplicaron, triplicaron y triplicaron sus salarios en el plazo de un año.
De acuerdo a una investigación a la Dirección de Recursos Humanos, se detectaron incrementos salariales exorbitantes otorgados en la LIX Legislatura, todos por las buenas relaciones que tenían con sus superiores y que mantiene al Poder Legislativo con una obesa, tanto en cantidad de personal como de recursos erogados, muy difícil de pagar y casi imposible de reducir.
Las promesas de los coordinadores, quedan como tal, cuatro meses y medio han pasado y un solo trabajador no ha sido despedido, por más declaraciones y recursos administrativos que han montado, con investigaciones periodísticas, revisiones por departamento, área, oficina, advertencia, pago con cheque, todo lo han hecho con la intención de que no prosperen, de no correr a sus protegidos.
En nuestro poder una lista de 28 trabajadores del Congreso con nombres y montos de lo que ganaban en el 2011 y con lo que cerraron el 2012.
Juzgue usted.
Se lo merecen estos empleados del Congreso, muchos de los cuales aparecen en las listas de basificados irregulares, aviadores, nuevos sindicalizados o «recomendados».