LA REATA DEL CHARRO/Por El Charro Asqueado

MALO POR CONOCIDO. Dicen en el rancho que «más vale malo por conocido que bueno por conocer» y al parecer los gringos lo aplicaron en la reciente elección presidencial, no quisieron tomar riesgos y optaron por reelegir a Barack Obama, a ver si en estos cuatro años cumple sus promesas del primer periodo al frente de la Casa Blanca.

En las elecciones gringas
todo transcurrió con calma
y para otros cuatro años
reeligieron al Obama.

El resultado señores
a nadie nos sorprendió
todo estaba tan clarito
y el negrito repitió.

Aunque en cuestión migratoria
no ha tenido mucho tino,
Obama volvió a gozar
del voto de los latinos.

A ver si la economía
de una vez se estabiliza,
de lo contrario señores
nos pondrán una madriza.

Ojalá Barack Obama
quiera pasar a la historia
y al fin pueda concretar
la reforma migratoria.

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POLÍTICA SIN ÉTICA/Jonadab Martínez

El procurador de Justicia, Tomás Coronado Olmos confirmó que el homicidio de cinco chóferes del transporte público fueron por venganza, los presuntos autores materiales de los asesinatos son parte del Cartel Jalisco Nueva Generación, y quienes ya detenidos aceptaron ser los homicidas.

La venganza extrema de Noé Gómez Vázquez apodado “El Klein” y Juan Antonio Venegas Cervantes conocido como “El Tony” fue el cobro de factura del fallecimiento de un familiar al ser víctima del transporte público.

El precepto legal dice que nadie puede hacerse justicia por su propia mano pero sin disculpar ni justificar el actuar de los victimarios, y mucho menos reconocer que la muerte ajena suple la vida propia, ¿Qué opina una víctima de la violencia vial?
Le llamaremos Antonio Pérez por mantener en el anonimato de nuestro entrevistado, mismo que fue víctima del transporte público en el año 2009, y que hoy aún utiliza bastón y en su mirada denota la rabia y la impotencia al pedirle nos cuente su testimonio.

Mientras me dice que: “los accidentes son accidentes, como conductor o peatón nos puede suceder a cualquiera que anda en la Ciudad pero la negligencia, la corrupción y la falta de responsabilidad en el gobierno y en los dueños de camiones es lamentable”, puedo detectar su molestia al platicarme, su impotencia al vivir con las consecuencias de un accidente vial, que como dice: “yo no sé sí se le puede llamar accidentes a todos los choques y atropellamientos, se supone que un accidente es espontaneo pero cuando van manejando como loco, bajo influjos de alguna droga, con presión y jugando carreritas con los otros chóferes, sí chocas no se le puede llamar accidente sino incidente provocado, y ahí es donde la ley debería ajustar sus medidas ya que los chóferes siempre se justifican…”

Al pedirle su opinión sobre los múltiples asesinatos de chóferes, rápidamente me contesta: “¿pues yo que te puedo decir?, cuando me pasó lo que me pasó lo primero que pensaba era estar sano y buscar al hijo de la chingada que me dejó así porque huyó del lugar, cuando sucedió mi “accidente” (lo dice mientras mueve sus hombros) el chófer bajó corriendo, puede verlo correr, me vio el hijo de la chingada, yo quise correr tras él pero al intentarme parar me di cuenta que mi pierna estaba desecha, que aunque no sangraba era algo grave, apenas quise pararme y me volví a caer, la gente le gritó pero fue en vano, preferí pedir ayuda por mi, aunque no estuvo en juego mi vida, creo, me preocupe por mi pie, por mi familia, como ves soy el único que trabaja, todo eso fue culero, ver a mi esposa trabajar y yo sin poder hacer nada, y todavía ella llegaba y me atendía, compraba mis medicinas, la neta nos la vimos cabronas, cuando iba a la procu (sic) me decían que no había rastros, que investigarían, pasó sin mentirte más de dos meses y yo sin trabajar, ya ves que soy carpintero y pues si no trabajo no como, y así estuvimos un buen rato, mientras todo eso sucedía a mi me daba mucho coraje solo pensar que el muy cabrón estaría en algún lado recordándome gritarle, que el muy cabrón a lo mejor estaría libre y gozando a su familia, jugando fut, caminando bien y posiblemente aún manejando y yo, yo aquí apenas empezando a caminar, unos amigos me recomendaron un terapeuta pero es caro y no pudimos ir mas (sic) que una vez y ya no pudimos regresar…” y mientras continuaba su charla, interrumpí para preguntarle sobre el cambio en su vida, y me respondió: “no mames, pues todo cambia, antes escuchaba que estos cabrones mataban y huían o que atropellaban y se echaban en reversa para no pagar incapacidad que porque es más barato pagar funeral que pensión de vida pero ahora lo creo, son cabrones y luego hay andan quejándose de que los andan matando, la neta yo si lo pensé, bueno, no matar pero si sacármela con el cabrón, es más, ni sé, sí lo encuentro y lo tengo de modo a lo mejor sí me la cobro, no por el incidente sino por la manera tan inhumana, la neta bien me acuerdo que me vio, me vio ahí tirado y prefirió correr, y ni me asusto, muchos lo han vivido, pero aunque no le deseo la muerte a nadie, yo pienso que si necesitan una calentadita, pa’ que se les baje lo cabrones…”

Es así como Antonio Pérez nos cuenta su testimonio, y Usted lector tiene su propio testimonio, la Venganza Extrema fue muy Extrema pero estoy seguro que más de uno ha sido víctima de la violencia vial de los camioneros, y sí no, permítame decirle que Usted no es usuario, no maneja y no sale de su casa.

Y hablando de chóferes, tome precauciones porque están preparando un paro para que se les aumente sus comisiones en la venta de boletaje, osea, quieren que se les aumente su sueldo. Lo malo no es eso, sino que los dueños, concesionarios y subrogratarios utilizarán la presión de los chóferes para justificar el alza de la tarifa, y seguimos.

Lic. Jonadab Martínez García
Presidente y Fundador de
“ProAcción por mi Comunidad AC”.
@jonadabmartinez

POLÍTICAMENTE INCORRECTO/Carlos Maguey

En la campaña electoral de 2006, cuando el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, se colocaba como el mejor posicionado en la carrera presidencial, su adversario, Felipe Calderón Hinojosa, candidato del Partido Acción Nacional, coló una propuesta que parecía un intento desesperado para ganar algunos pocos votos, pero para los ciudadanos sonaba a una ilusión largamente añorada, pero que nunca se realizaría: pues propuso que en su sexenio ya no se cobraría la tenencia vehicular, un impuesto que durante décadas fue más odiado y repudiado por muchos ciudadanos, incluso por encima del IVA, el ISPT o del ISR.

Ningún impuesto es aceptado por la gente, pues de otra forma, no serían impuestos sino donaciones, sin embargo el impuesto a la tenencia vehicular fue un derecho debían pagar todos los dueños de los vehículos más nuevos y el monto que se pagaba, estaba asociado al costo del auto en cuestión.

Entre más caro y nuevo era el auto, más se pagaba por el derecho a utilizarlo. La primera vez que se impuso fue en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz, previo a los juegos Olímpicos.

Las historias aseguran que en ese tiempo se dijo que la tenencia sería sólo para pagar esos juegos, pero el impuesto se quedó y fue odiado por la gente, de forma que cuando el candidato Calderón prometió que en su administración propondría su derogación, fue bien recibida por los ciudadanos, pero no por los gobiernos que sabían que ese dinero lo recaudaban en las entidades y lo aprovechaban ellos mismos, a pesar de ser un impuesto federal, de forma que dejar de cobrarlo, afectaba directamente a cada estado en sus presupuestos.

Cuando finalmente el impuesto despareció, la gente fue feliz, bueno, siendo sinceros, parecía que todos eran felices, pero en realidad esa felicidad fue sólo para algunos, pues los beneficiarios fueron sól aquellos con más recursos económicos, aquellos que podrían poseer un auto costoso, un auto nuevo, aquellos a quienes se les subsidia el precio de la gasolina y se quejan porque éste subsidio se reduce.

La verdad es que los autos le causan daño a la gente y a la sociedad. Los autos particulares contaminan la ciudad, afectan el entorno, afectan a los ciudadanos y para que circulen, le quitan áreas de esparcimiento a los ciudadanos, a todos, incluyendo a quienes los usan.

Y si el auto nos afecta indirectamente, lo menos que puede hacer su dueño, es resarcir el daño pagando con dinero, con impuestos, tal como sucede en algunos otros países.

Imponer un derecho que deban pagar los ciudadanos que posean un auto, debería ser la forma de regresar algo a quienes no lo poseen, pero este impuesto no debería ser destinado a gasto corriente, sino a la inversión en transporte público masivo, el que sea, pero que se aproveche.

Los impuestos por poseer autos no es raro en el mundo, en algunos países en Asia exigen el pago anticipado por varios años antes de tener derecho a poseer el auto, en otros el costo el auto tiene tantos impuestos al comprarlo, que su costo puede duplicarse, es decir, el impuesto es de un 100 por ciento.

Claro, en esos países, los impuestos sobre el uso y posesión del automóvil, se etiquetan a las obras para transporte público masivo y para las obras viales. Y tiene lógica que esto se haga así, pues de otra forma, el IVA que paga la mayoría de los ciudadanos, el ISR, el ISPT, o el impuesto que se les ocurra y que pagan todos los ciudadanos, tengan o no auto, se puedes destinar a beneficiar a quienes tienen vehículos.

Esta legislatura está iniciando y en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que envió Emilio González Márquez no se propuso la creación de nuevos impuestos ni el pago de por reemplacamiento, como decía hace unas semanas el periódico Mural, sin embargo, este tema debería comenzar a abrirse como una posibilidad para hablarlo y discutirlo, quizá no para el presupuesto de 2013, sino de 2014, pero que se hable directa y claramente de las necesidades de obras, de las posibilidades de invertir en transporte público, pero que ya no se le saque dinero al impuesto que pagan todos los que NO tienen autos para construir carreteras, puentes o pavimentar, esas obras deben realizarse con dinero de quien tiene vehículo y por tanto es necesario que a ellos se les cobre un impuesto.

Sé que no es un punto de vista popular, pero sí creo que es necesario que se hagan estos cobros por justicia, sobre todo porque la lógica nos dice que el que tiene auto, tiene más recursos que el que usa transporte público y tiene responsabilidad social de pagar por el daños que nos causa a todos el uso de automóviles particulares.