Rescatando al Metropolitano

ESCAMOCHA

Pepe Díaz Betancourt

 

Hace un par de entregas describimos la mecánica de privatización de espacios públicos especialmente de largo aliento, pero las privatizaciones son también de temporal, como las que ya están próximas, época navideña y de muertos, más bien tirándole a Halloween y a Santa Claus.

Hay lugares que nacen proclives al acoso, con enormes esfuerzos ciudadanos el Metropolitano ha librado la ambiciosa intención de volverlo un centro comercial con escasos espacios verdes, un estricto reglamento que hoy se les deshace en las manos a los desviados directivos de la Agencia Metropolitana de Bosques Urbanos ha permitido que metan de todo en el parque, negocios pertinentes o no, que han florecido en sus instalaciones.
Desde su creación, este espacio nace con «mala estrella» en medio de disputas con la Universidad Panamericana (UP) y cuando apenas salía de ese litigio, ya lo querían convertir en campo de golf, alegando que este deporte era muy popular y si no al tiempo, decían los empresarios, se volverá «de práctica masiva con el impulso que le darían a este tan gustado deporte», pero otra vez la libró por un pelito.

Se convirtió después en cementerio de árboles que supuestamente se salvaban de múltiples obras en la Zona Metropolitana para que ahí retoñaran, pero por ahora no se conoce ninguna auditoría al respecto y no existe un balance de árboles rescatados.

De esta última amenaza increíblemente insensible, pero eso sí muy navideña, parece haberla superado pero nadie está seguro de ello por eso los vecinos desconfían y buscan ya los mecanismos legales para blindar el espacio de toda tentación y hacen bien, el último de los intentos ha desencadenado un posible amparo extendido al parque Ávila Camacho que también tiene vecinos organizados con muy pocas ganas de festejar casi tres meses la bonanza de los inversionistas que se sostienen en su idea de medrar con los espacios públicos bajo la mirada complaciente y cómplice de los ayuntamientos.

PILÓN

Pero como da vueltas el tema del carrusel, en un instante pasamos del ejercicio del presupuesto participativo con  los recursos del predial, a la imposición de accesorios grotescos y banales a una ciudad donde sus habitantes le dan  vueltas buscando sobrevivir.

Periodista, docente y coordinador de diplomados en periodismo en la Universidad de Guadalajara y el ITESO

@pepediazjose

 

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