Caabsa, la más ‘chiqueada’

PUNTO CRÍTICO

Gabriel Torres Espinoza

Chernóbil es a Prípiat, Ucrania; lo que Caabsa es al Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). O bien, dicho de otra manera, Caabsa es tanto como la mítica ‘mano del rey Midas’, nada más que, acá en el AMG, todo lo que alcanza a tocar esta depredadora empresa lo convierte en perniciosos e incuantificables daños ecológicos para Jalisco.

Desde luego, con la complicidad ‘ficta’ de autoridades municipales y estatales que, en lo público y/o mediático la condenan, reprueban o critican; pero, en lo corto, la premian, la consienten y “la chiquean” (MURAL dixit).

Hasta ahora le otorgan impunidad, además de nuevos contratos y/o concesiones para, en resumidas cuentas, terminar por ‘guiñarles el ojo’, toda vez que nunca se llega el día que le revoquen o les rescindan la concesión, a pesar de estar a la vista los elementos de prueba y la posibilidad de ejercitar las respectivas cláusulas de incumplimiento, a favor del gobierno municipal.

En Guadalajara, Tlajomulco, Tonalá y El Salto son flagrantes los incumplimientos en la recolección de basura por parte de Caabsa.

Diversos medios de comunicación han consignado que, en las colonias marginadas de estos municipios metropolitanos, los camiones tardan en recoger los residuos de las casas, en lapsos de tiempo que van de los 10 a los 28 días, mientras se amontona la basura.

No obstante, en Jalisco premian a Caabsa.

En marzo de 2022, se dio a conocer que el Gobierno Estatal otorgó el fallo de la licitación a Caabsa Constructora —filial de Grupo Caabsa— para la rehabilitación de 13 unidades deportivas en siete municipios metropolitanos por un monto de 306 millones de pesos (mdp), a pesar de tener ¡la propuesta más cara!, toda vez que las empresas ‘Construbravo’ y ‘Mirjac Construcciones’ cotizaron las obras en 294.8 mdp y 253.4 mdp respectivamente.

Este contrato se pagó íntegramente con recursos de la macro deuda estatal por 6 mil 200 millones de pesos que el Legislativo autorizó al Ejecutivo.

Bien podría decirse que ‘los contribuyentes no saben para quién tributan (trabajan)’. Asimismo, a un mes de que concluyera la administración del Ayuntamiento tapatío (2018-2021), en sesión de última hora y en fast track, el Pleno del Cabildo aprobó extender la concesión a Caabsa por 15 años más para la recolección de basura.

Caabsa es, además, un ejemplo de impunidad. Durante los 27 años que operó el basurero Los Laureles (1994-2021), incurriendo en infinidad de delitos ambientales, apenas se le impuso irrisorias multas que ascendieron a 9.9 mdp, mismas que NUNCA pagaron.

Por si fuera poco, la obras de “remediación ambiental” en el tiradero Los Laureles, proyectadas en 200 millones de pesos, serán pagadas en un 80% por los ‘solidarios’ municipios metropolitanos, y tan sólo un 20% por Caabsa, a pesar de que el contrato de concesión establecía que ésta tendría que solventar en su totalidad este gasto.

Lo anterior, sin contar que los ‘pasivos ambientales’ generados en estas casi tres décadas tardarán, al menos, el mismo tiempo en subsanarse.

El daño irreparable tiene que ver con que Los Laureles, al funcionar más como ‘tiradero de basura a cielo abierto’, que como ‘relleno sanitario’, generó casi la mitad de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) —que propician el calentamiento global, respecto de los originados por la disposición final de residuos, de acuerdo con el Plan de Acción Climática Metropolitana 2020.

Caabsa, es también, la más ‘chiqueada’ (MURAL dixit). Los Ayuntamientos metropolitanos de Guadalajara, Tonalá y Tlajomulco, le pagaron “puntualmente” sus (malos) servicios durante el trienio 2018-2021 por un monto total que ascendió a los ¡mil 522 millones de pesos!

Caabsa, toda una ‘máquina’ depredadora medioambiental. En febrero de 2022, se hizo público que, tras el cierre de Los Laureles, Caabsa tiraba, en esas fechas, el 32% de las 5,400 toneladas de basura generadas diariamente en el AMG, en ‘tiraderos a cielo abierto’ —en realidad, ‘estaciones de transferencia’ como Matatlán, en Tonalá, y La Cajilota, en Tlajomulco— en absoluta clandestinidad.

Buenos para cobrar, y malos para cumplir.

Director de la Operadora SURTyC de la U de G

@GabrielTorresE

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