Palo dado, nadie lo quita

CON CHANFLE  

Raúl de la Cruz

 

Las medidas “preventivas” que tomaron las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol relacionadas con los acontecimientos en Querétaro son mejoralitos para combatir un cáncer que dejaron crecer con el tiempo.

Fueron de risa. Por ejemplo: una de las “medidas” es que los actuales dueños del Querétaro “vendan” la franquicia en un año. ¿Cuál franquicia? Si son prestanombres del Grupo Caliente que también es patrocinador de la federación y propietarios del equipo Xolos de Tijuana.

Es decir, en un año van a “vender” a otros de sus empleados. Que las barras fueron suspendidas por determinado tiempo. ¿Y? quién les impide ingresar al estadio como simples aficionados. Que van a jugar a puerta cerrada los queretanos, ¿pero van a dejar de transmitirlos por televisión? Por supuesto que no.

Uno de los principales activos económicos de los equipos son precisamente los derechos de TV.

Ahí está el ejemplo de la Liga de Expansión que desde que desaparecieron el ascenso y el descenso los transmiten cuando antes no los pelaban y los emiten a regañadientes porque basta con escuchar a los narradores y analistas que acuden prácticamente a la fuerza.

Que van a credencializarlos para tenerlos controlados me parece lo más adecuado porque eso ha funcionado en países como Inglaterra e Italia.

Aunque estamos en México y aquí todo se puede falsificar. Insisto y repito, los federativos y dueños de los equipos dejaron escapar una maravillosa oportunidad para erradicarlas de las tribunas.

Espero que las medidas tomadas por los equipos América y Guadalajara permanezca para siempre pero hay muchos equipos que se resisten porque muchos de sus directivos están involucrados en el negocio de las Barras.

Dicho sea de paso, el único equipo que no tiene y ni tendrá un grupo de esa naturaleza son los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara por decisión de su presidente Alberto Castellanos.

Equipo que jamás ha tenido incidente alguno que lamentar. Vamos ni siquiera un conato de bronca.

Por lo demás, el futbol mexicano requiere una cirugía mayor en cuanto a su desarrollo. Es necesario crear un sistema de seguridad unilateral en todos los estadios. Regresar los espacios en centros de esparcimiento y recreación.

Que regresen las familias enteras a las tribunas. Que se termine el miedo de los padres cuando se enteran que sus hijos se fueron al estadio.

Quienes hemos tenido la oportunidad de presenciar un partido de futbol en algún estadio de Europa nos da envidia de la buena al ser testigos de la gran cultura de respeto que se tiene con los rivales dentro y fuera de la cancha.

Hay bastante para hacer y para que las cosas mejoren tiene que intervenir las autoridades que quieren transformar el país. El futbol sería un buen experimento para la transformación de la vida pública.

Periodista deportivo

@rulasdelacruz

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