Las vías son de todos, pero primero el peatón

HACIENDO ADOBES Miguel Zárate

En Guadalajara vivimos una paradoja respecto a la movilidad, por un lado, tenemos uno de los parques vehiculares más grandes del país, para 2020 contábamos con 2 millones 514 mil 679 vehículos circulando en el área metropolitana de Guadalajara.

Es decir, un vehículo por cada dos personas, y por otro lado, estamos en los primeros lugares respecto a la infraestructura y movilidad ciclista en el “Ranking ciclociudades 2019” con un puntaje 73/100 en 2019 pero también, nuestro estado es el primer lugar en accidentes de tránsito fatales, el cual es la primera causa de la discapacidad y el 50 por ciento de dichos percances, resultan ser peatones.

Todas las personas somos peatones en algún momento del día, cuando bajamos del automóvil camino a nuestro destino, cuando cambiamos la modalidad del transporte público o la ruta, cuando dejamos la bicicleta, o cuando simplemente, requerimos cruzar una calle o avenida en la ciudad para llegar a otro punto, somos vulnerables ante aquella masa y velocidad que es mayor a la de un cuerpo, y es por ello, la importancia que se conozca la pirámide de movilidad.

La pirámide de movilidad representa una herramienta que nos ayuda a la ubicación del lugar que ocupamos en la vía pública, respetar y garantizar el peldaño que otorga cada jerarquía, en términos de sostenibilidad y hasta en función de prioridad de inversión.

En esta pirámide hay que considerar dos aspectos: 1) la vulnerabilidad que representa al usuario el medio de transporte y 2) los niveles de contaminación que genera su uso.

El primer peldaño corresponde al peatón, entendido como cualquier persona, incluidos personas mayores, personas con discapacidad y/o con movilidad reducida, que son aquellos que tienen el menor impacto ambiental, mayor eficiencia en su recorrido y al mismo tiempo se promueven hábitos saludables en los trayectos diarios.

Cualquier política y obra pública pensada en el peatón representa un beneficio universal, que al mismo tiempo es la menos costosa. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud para el recorrido de los peatones se refiere a trayectos con una distancia menor a 3 kilómetros.

El segundo peldaño, le corresponde al ciclista, cuya distancia sugerida es en función de trayectos de 3 kilómetros y hasta 10 kilómetros, que junto con el peatón, son los medios de transporte saludables y de bajo impacto ambiental, aunque también comparten la vulnerabilidad, en ocasiones ejercida del ciclista al peatón.

Si bien, los avances para otorgar la integración del ciclista en una ciudad como Guadalajara, han sido constantes y en aumento, aún falta mucho por hacer, sobre todo en el oriente de la ciudad y si bien la apuesta no es que todos nos debamos mover en bicicleta, si lo es, dotar de seguridad a todo aquel ciclista en la ciudad.

En el tercero, se encuentra el transporte colectivo o trasporte público, tren ligero, BRT, MiMacro, es decir, corresponde al escalón de los vehículos motorizados cuyo impacto ambiental es mínimo conforme a la cantidad de personas que se transporta dado que es compartido y en el desarrollo de tecnologías más verdes que poco a poco va modernizando.

Al ser un transporte multimodal que requiere obligatoriamente al usuario ser peatón durante el día, también el usuario del TP corre un riesgo respecto a los riesgos de la ciudad, accidentes, asaltos o peligros en el trayecto, por lo que también los cruceros seguros, los parabuses y el ordenamiento de las rutas representa una prioridad.

En el peldaño cuatro se encuentra aquel transporte de carga que representa el motor de la economía de todos los comercios y de todos los hogares de la ciudad, por ello, es importante el pensar las vías en función que quepamos todos y pensar que esa carga que viene ahí, de alguna manera u otra nos impactará en nuestra casa, negocio, trabajo u ocio.

Guadalajara es una ciudad comercial desde su formación, no por nada nuestro gentilicio “tapatío” se refiere a una moneda de cambio, por ello es importante priorizar pero también ordenar y regular los camiones de carga que circulen por la ciudad, para que circulen por las vías y horarios indicados, que su carga no rebase los límites y que se respete el derecho de los otros y la seguridad de los más vulnerables.

En el último y quinto peldaño se encuentra el automóvil, al ser el transporte con mayor impacto ambiental y que menos personas transporta; si bien, la idea en la pirámide de movilidad no es estigmatizar su uso sino reconocer que el automóvil eficienta los trayectos y su necesidad es en función de la planeación de la ciudad, por lo que también es preciso entender que el aumento del parque vehicular, uno de los más grandes del país, es consecuencia de la falta de planeación e infraestructura que por años careció esta ciudad.

En algún momento del día nos convertimos en peatones y es por ello comenzar a pensar la ciudad en armonía y desde nuestros espacios proveer la mínima cortesía, pensando en el otro y en el riesgo constante que se le presenta respecto a la pirámide.

Por ello, es importante que la ciudad se planee desde una perspectiva universal sin perder de vista la pirámide de movilidad. ¡Que complejo es que una ciudad que se ha volcando al auto entienda las prioridades universales que forzosamente se reflejan en la inversión!.

@miguelzarate

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