Desde Bolaños hasta Tomatlán sin puntos intermedios

CAMBIO Y ACCIÓN

Claudia Murguía

Desde hace algunos años, el nivel de desarrollo de un país, de un estado, de un municipio o incluso, de las personas, no se mide en relación a la cantidad de recursos que acumulan, sino a la generación de oportunidades que se le puede brindar a la comunidad para que alcance una vida plena.

Este nivel se mide en relación al acceso a la salud, la educación, la cultura, el esparcimiento, a un medio ambiente sano, al acceso a las comunicaciones, transporte, y a un empleo bien remunerado.

De qué le sirve a un niño tener escuela en su municipio si para llegar a ella, tiene que cruzar o rodear un río y hacer un viaje de tres horas a pie. De qué le sirve a un exitoso ganadero acumular riqueza si en su municipio no tiene los servicios de salud necesarios para atender una emergencia médica.

La generación de oportunidades debe de ser para todos, independientemente de nuestra condición o del lugar donde nos tocó nacer.

En Jalisco y su diversidad geográfica tenemos municipios cuyos índices de desarrollo humano están a la par de países como Europa o Croacia, pero existen también, municipios cuyos índices de desarrollo y oportunidades están al nivel de países africanos.

Esto en mucho se debe a que a través de los siglos, se ha entendido el desarrollo de manera centralizada, pensando que los esfuerzos y los recursos del estado deben concentrarse solamente en las ciudades, lo que provoca un efecto contrario, ya que las grandes concentraciones urbanas traen consigo también baja en los niveles de desarrollo, debido a que la posibilidad de mejorar la calidad de vida, se vuelve más escaza por la alta migración de personas procedentes de lugares donde ni siquiera existen oportunidades para vivir mejor.

Es por eso que el desarrollo debe generarse en las regiones a través de los municipios, entendiendo a estos como espacios de generación de oportunidades, capitalizando sus propias características sociodemográficas y geográficas, así como otorgándoles un vocacionamiento propio que les permita su desarrollo y crecimiento.

Recordemos que fueron los gobiernos del PAN en Jalisco quienes a finales del Siglo XX y principios de este Siglo, voltearon a ver las regiones. Hoy muchos identificamos que nos componemos de 12 regiones pluriculturales, ricas en recursos naturales y con vocación económica.

En Jalisco tenemos playa, bosque, sierra, áreas naturales protegidas, flora y fauna endémica, denominaciones de origen, fiestas y tradiciones religiosas por ello, en cada región y sus municipios podemos identificar su vocación.

Esto no se ha dado de la noche a la mañana, es un producto que ya tiene décadas generando políticas públicas, presupuestos y planes encaminados a detonar el Desarrollo Regional en Jalisco.

Sin embargo, nuestra labor como mujeres y hombres de estado, es seguir brindando los instrumentos que fortalezcan el Desarrollo Regional.

Es por ello que las diputadas y los diputados de la bancada joven del PAN, estamos impulsando la creación de una Nueva Ley de Desarrollo Regional – la primera en el país- la cual, busca reconocer a las regiones del Estado como eje básico en el desarrollo de oportunidades para los jaliscienses con herramientas de planeación y la garantía en el otorgamiento de recursos y fondos que así lo permitan.

Coordinadora GPPAN en el Congreso de Jalisco

@ClaudiaMurguia_

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