La batalla por la democracia

PERSPECTIVA21

Verónica Juárez Piña

El debate en torno a la consulta para la revocación de mandato del Presidente de la República va más allá de su organización o de los recursos que se deben destinar para llevarla a cabo.

Lo que hay detrás, es el intento presidencial, y de MORENA, de vulnerar la autonomía del Instituto Nacional Electoral y controlar la organización de los procesos electorales, la base fundamental de la participación ciudadana en las decisiones políticas y públicas de la Nación.

De tal manera que, en el fondo, lo que se está gestando en este momento, es una batalla por la democracia del país. La consulta, sólo es un aviso de lo que viene.

Toda la campaña de desprestigio y descalificación orquestada desde la presidencia contra el INE, con el pretexto de los recursos destinados a la organización de la consulta para la revocación de mandato, está enmarcada en una estrategia más amplia de controlar el Instituto, a través de la imposición de consejeros y funcionarios afines o mediante la incorporación de sus funciones al aparato burocrático, específicamente a la Secretaría de Gobernación.

No es el primer intento. Desde el inicio del gobierno, tanto el Presidente como MORENA, han cuestionado las decisiones del Instituto que les han sido adversas.

El último enfrentamiento se dio ante la determinación del Consejo General de retirar la candidatura a Félix Salgado Macedonio y a Raúl Morón, candidatos morenistas, respectivamente, al gobierno de Guerrero y Michoacán.

En el caso de Guerrero, MORENA le dio la vuelta a la decisión, designando como candidata al gobierno de Guerrero a Evelyn Salgado, hija de Félix, quien ganó y ahora gobierna bajo la tutela de su papá. Respecto a Raúl Morón, fue sustituido por

Alfredo Ramírez Bedolla quien ganó las elecciones pero que, a pesar de contar con el respaldo que López Obrador le negó rotundamente a la administración de Silvano Aureoles, no ha sido capaz de resolver la inseguridad en la entidad.

En este contexto, MORENA orquestó toda una campaña de presión contra el Instituto. Mario Delgado y Salgado Macedonio organizaron un plantón de varios días afuera del mismo y declararon: “el INE está muerto”, exhibiendo un ataúd. “Se tendrá que pensar seriamente desde el Congreso de la Unión si renovarlo o exterminarlo”, advirtieron entonces.

También han amenazado con llevar a juicio político a los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Su última iniciativa, está encaminada a impulsar una reforma electoral para quitar atribuciones al INE.

El dique que los ha frenado es que, MORENA y sus aliados, no alcanzan la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para poder hacerlo. Tendrán que negociar con la oposición, que no acepta restar facultades ni autonomía al Instituto.

La reforma electoral sigue en el radar del Presidente y de la agenda legislativa de MORENA, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República. Buscan, dicen, abaratar los costos de los comicios y eliminar a los legisladores plurinominales, pero también renovar completos a los órganos y tribunales electorales.

La creación de un órgano autónomo para organizar de manera eficaz elecciones equitativas y transparentes, y al mismo tiempo sacar las manos de los gobiernos de los procesos electorales; forma parte de las reformas electorales impulsadas por la oposición y las organizaciones civiles, con el fin de promover la pluralidad y la democracia en el país, al menos desde 1977.

El Instituto Federal Electoral (IFE), creado en 1990, jugó un papel fundamental en la transición a la democracia que llevó a la alternancia en el gobierno federal en el año 2000. El INE, que surgió con la reforma electoral de 2014, amplió las facultades del IFE y ha sido clave en la consolidación de los avances democráticos.

En 1988, desde la Secretaría de Gobernación, encargada entonces de organizar las elecciones, Manuel Bartlett, orquestó la caída del sistema, que favoreció la llegada de Carlos Salinas de Gortari, en detrimento del Ingeniero Lázaro Cárdenas, candidato del Frente Democrático Nacional, conformado por un amplio abanico de fuerzas políticas históricas de la izquierda y de la sociedad civil. Hoy, Bartlett, goza de toda la confianza del Presidente.

Este, uno de tantos antecedentes de los riesgos de que el gobierno tenga el control de las elecciones, nos debe impulsar a seguir respaldando al INE, porque con ello defendemos la democracia que, con mucho esfuerzo, hemos construido. No bajemos la guardia.

Coordinadora nacional de Nueva Izquierda PRD

@juarezvero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.