El texto, de la autoría del doctor Héctor Raúl Solís Gadea, revisa críticamente las ideas políticas y los regímenes de los últimos 50 años de México
Los gobiernos actuales ofrecen a sus ciudadanos proyectos políticos distintos e irreconciliables: la democracia liberal, el neoliberalismo y el populismo. Frente a la intersección de ideas políticas contradictorias y gastadas, la ciudadanía todavía puede elegir la libertad y la solidaridad para construir una nueva democracia.
Se trata de la propuesta que escribe en su libro La encrucijada de México: populismo, neoliberalismo o democracia el Vicerrector de la Universidad de Guadalajara, doctor Héctor Raúl Solís Gadea, bajo el sello de Pollo Blanco Editorial y Solivagus.
“Lo que intenta hacer este ensayo es abrir el camino a la democracia: dejar de ensayar cosas qué ya no funcionan, asumir el fin de las ilusiones y panaceas. Ya no hay líderes que van a solucionar nuestros problemas ni partidos ni fórmulas metafísicas o el uso de conceptos como ‘pueblo’”, explicó el autor.
En la presentación, Nicolás Alvarado, escritor y promotor cultural, apuntó que apela a la construcción de la ciudadanía de las personas como integrantes de una sociedad que debemos construir “pero que buscamos quién nos rescate”.
“Porque reducir la democracia a las votaciones es dejar la responsabilidad a alguien más, a los políticos”, visión alejada del pacto social que incluye a gobernantes y gobernados, destacó Nicolás Alvarado.
El doctor Solís Gadea planteó la recuperación y valoración de lo ganado en la construcción de la democracia “no echarlo por la borda ni destruirlo, sino perfeccionar y criticar constantemente nuestras ideas y confiar en nuestra inteligencia”.
Ante las disputas en el campo de las ideas políticas de los poderosos “lo que resta a la gente es ser ciudadanos libres, solidarios, apostar por la posibilidad de la conciliación”.
María Marván, politóloga de la UNAM, reseñó el libro como la revisión de la historia de los últimos 50 años a través de las ideas políticas y regímenes que han oscilado en falsos dilemas, entre el populismo, el neoliberalismo y la democracia.
En la democracia no hay mesías, planteó María Marván, y “debemos conocer los límites de la democracia y lo que le exigimos”, pues no es una llave, sino un instrumento. “La democracia no es más que un método para solucionar los problemas, la democracia en sí no es la solución”.
Rolando Cordera, economista de la UNAM, destacó el papel que tiene la idea de la empatía en el texto del doctor Héctor Raúl Solís Gadea, “donde se discuten las creencias y las posiciones de los otros y la empatía recoge algo que puedo aprovechar del interlocutor”.
Solís Gadea compartió que escribió el libro desde el terror que le produce el totalitarismo y el autoritarismo como anulación de la democracia, y bajo esa convicción, “desde la alerta frente al engaño hasta la aspiración a construir una sociedad de libertad y de solidaridad, pero una sociedad que sea reflejo de lo que nosotros hagamos”.
Y puntualizó “debemos crear para ser ciudadanos. Hay que ampliar la democracia porque tenemos la posibilidad de utilizar lo que hemos logrado para emplear la democracia y esa es la encrucijada: ni neoliberalismo, ni democracia liberal carente, pero tampoco el populismo, menos el populismo demagógico”.
