NEW DELHI, INDIA – AUGUST 4: Supporters of Indian National Congress seen protesting against the government over alleged case of Rape with Year old at Jantar Matar on August 4, 2021 in New Delhi, India. (Photo by Sanchit Khanna/Hindustan Times via Getty Images)
En India, la violación en el matrimonio no es considerada delito, sino una obligación más de la mujer con su esposo.
“La violación no es sexo, la violación es violencia“, denuncian los carteles de las mujeres en India. Por primera vez en la historia, las manifestaciones de mujeres casadas atienden una cuestión normalizada por milenios: la obligación —no siempre consensual— que ellas heredan de satisfacer a sus esposos al contraer matrimonio.
No importa si ellas no se sienten cómodas, si no tienen ganas o si sencillamente no pueden: cuando los hombres designan que es momento, ellas tienen que someterse a tener sexo. Este tipo de dinámicas no son delito, sino que se cobijan bajo el manto denso de la costumbre. Esta semana, según la cobertura de la BBC, la práctica entró en un punto de inflexión: las mujeres en India se pronunciaron en contra de la violación marital.
Sexo antinatural
“Las relaciones sexuales o cualquier acto sexual de un esposo con su esposa no puede ser violación, incluso si fue por la fuerza o en contra de su deseo”, el Juez NK Chandravanshi del tribunal superior de Chhattisgarh, al noreste del país. Esta resolución nació después de que una mujer denunciara a su esposo, quien la abordaba sexualmente contra su voluntad con objetos y su propio cuerpo.
Cuando la declaración se hizo pública, generó revuelo en redes sociales. Otras mujeres en la misma situación, así como simpatizantes de la violencia de género, se pronunciaron en contra de que el Estado proteja a los violadores sistemáticamente. Poco tiempo después, se organizaron una serie de manifestaciones en las calles, en las que las mujeres denunciaron el “sexo antinatural”.
Con esto se refieren a las relaciones sexuales forzadas en las que se utilizan objetos externos. En palabras del tribunal superior, aunque las mujeres no den su consentimiento, estas acciones no son violación en India. Para ello, las mujeres nombraron a estas prácticas como arcaicas, y exigieron que la violación sea razón suficiente para buscar un divorcio en todo el país. Las críticas al sistema legal no fueron bien recibidas.
Algunos de los tweets con mayor viralización recibieron respuestas crudas. Algunos hombres en India se cuestionaron porqué la violación tendría que criminalizarse. Otros se preguntaban genuinamente si las mujeres manifestantes conocían sus deberes como esposas, ya que complacer a sus maridos debería de ir por encima de su propio consentimiento.
Estas declaración impulsaron la ira para que las mujeres en India se manifestaran contra la violación institucionalizada en el matrimonio. Incluso a pesar de las restricciones severas por COVID-19, salieron a las calles con cubrebocas —y sin sana distancia— para denunciar un tipo de violencia histórica, que se ha impreso sobre ellas contra su integridad básica. El rango de edad de las participantes va entre 15 y 49 años, según Media India Group.
En respuesta a las revueltas públicas, las autoridades decidieron llegar a un punto medio. El 6 de agosto de 2021, se lanzó una orden legislativa que castiga a las actitudes ‘licenciosas’ de los maridos como sigue:
“La disposición licenciosa del marido sin tener en cuenta la autonomía de la esposa es una violación conyugal, aunque tal conducta no puede ser sancionada, cae en el marco de la crueldad física y mental”, dijeron los jueces A Muhamed Mustaque y Kauser Edappagath.
Además de esto, explicaron que en India la violación marital se produce cuando los hombres se creen dueños de sus esposas y sus cuerpos. Después de meses, los jueces concluyeron que “tal noción no tiene cabida en la jurisprudencia social moderna“. Aunque no es la primera vez que se hacen este tipo de esfuerzos en favor de la paridad de género, ciertamente estos pronunciamientos son pasos agigantados en términos del rezago de violencia que las mujeres viven en el país a nivel cultural, legislativo, educativo y social.
Con información de Muy Interesante
