Verificación a foráneos

HACIENDO ADOBES

Miguel Zárate

Podemos respirar tranquilos. La iniciativa para que el programa de verificación vehicular no parece tener intención alguna de segregar al estado de Jalisco del resto del país, ni es el preámbulo a la independencia de la entidad del resto de la federación.

Con motivo de que se lanzó esta acción -obligada ya por las circunstancias cada vez más graves en materia ambiental dentro de la zona metropolitana de Guadalajara-, se han disparado muchos comentarios en torno a si esto realmente debería incluir a aquellos vehículos que portan placas foráneas ya que, de manera implícita, simplemente escaparían a una regulación más, que se agregaría a lo que, a mi modo de ver, representa un problemas mucho más grave: la impunidad con la que pueden cometerse así toda clase de infracciones viales tanto del Estado como de los municipios.

Pero vamos por partes.

En principio la idea de que también los vehículos de otros estados tengan que respetar los lineamientos obligados para los residentes, no es nada nuevo.

Desde que se estableció el programa “hoy no circula” en la capital del país, siendo presidente Carlos Salinas de Gortari y regente del entonces Distrito Federal, Manuel Camacho Solís, han pasado ya más de treinta años, lo que le ha dado vigor al programa y, sobre todo, un perfeccionamiento constante que incluye, ojo, el pre-registro de todos aquellos que provienen de entidades que no forman parte del acuerdo metropolitano, mismo que involucra no sólo a la ciudad de México sino a a los estados contiguos, como el de México.

La razón es obvia: simplemente bastaría por ejemplo sacar placas en Naucalpan y burlar las leyes de la ciudad capital.

Hay que reconocer que en el caso de Jalisco esto es un hecho y no es nada fuera de lo acostumbrado ver que abundan placas que son de Colima, Michoacán, Nayarit y algunos estados inclusive más lejanos, como Nuevo León o Sinaloa.

Esto se ha dado, hay que tenerlo presente, dentro de un movimiento poblacional natural que trae corrientes migrantes que se establecen en Jalisco por trabajo, educación, etcétera. Hasta aquí no hay ninguna frontera que sea trasgredida.

El problema empieza cuando se saca provecho de la situación y, a pesar de realmente tratarse de vehículos que están aquí de manera permanente, tienen la ventaja -y además hasta lo celebran-, de evadir tranquilamente las foto-infracciones, los estacionamientos municipales como “aquí hay lugar” y, en lo general, es más difícil identificar a los autos, camiones y camionetas que no cuentan con registro de identidad alguno en la entidad, y con ellos cometer toda clase de trasgresiones a la ley y a los reglamentos.

Para resolver el tema, que no nos asombre la necesidad de que existan condiciones para el paso o estancia de vehículos foráneos.

En México hace ya muchos años que así se practica y cualquiera sabe que llevar su propio auto a la capital requiere de un “pase turístico” que en lo general lleva las características semejantes al que se pretende aquí y es válido por unos cuantos días.

Pero si la permanencia se prolonga o si de plano se convierte en vehículo residente, entones tendrá que sujetarse a las normas propias de la ciudad, destacando sobre todo las de la verificación obligatoria.

El tema de la contaminación no es menor aquí que como ya lo era el de México hace tres o cuatro décadas. Incluso se habla que, dado que no ha habido control real alguno, podría ser peor.

Aquí los intentos de un programa de verificación, que llegó a talleres establecidos o autorizados, etcétera, sencillamente fracasó y hasta fue de hecho suprimido durante todo el sexenio anterior.

Pero el tema está presente y es asunto grave, de manera que, por tolerancia, conveniencia política o lo que usted quiera, se ha venido postergando hasta ahora que ya se cuenta incluso con un programa establecido para cumplir con la verificación.

Se preparan ya manifestaciones y abundan las quejas y hasta burlas sobre si Jalisco se separará del resto del país por el tema de regular los vehículos que entran específicamente a la zona de la capital tapatía.

Sin embargo, habrá que sopesar y si se quiere analizarlo de nuevo, aunque, a decir verdad, no es justo que los habitantes locales sigan cumpliendo y pagando infracciones aquí cuando cualquiera con placas externas al estado circula como quiere, hace lo que quiere, comete toda clase de faltas a los ordenamientos, tan campante e impune como el que más.

Regidor del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara

@MiguelZarateH

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