Embestida contra DACA

DIVISADERO Eduardo González Velázquez

 

Ante la imposibilidad de lograr una reforma migratoria durante su gobierno, el presidente Barack Obama lanzó dos Acciones Ejecutivas para aliviar en algo la pesada carga de los migrantes “sin papeles”.

Las Acciones nacieron con dos años de diferencia, en 2012 fue la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), y en 2014 la Acción para Padres de Estadunidenses y/o Residentes Permanentes Legales (DAPA, por sus siglas en inglés).

La esencia de ambas Acciones era detener la deportación de los migrantes “indocumentados”, otorgarles un número de seguridad social y permitir que continuaran sus estudios universitarios los llamados Dreamers.

Las dos órdenes Ejecutivas han tenido una gran cantidad de vicisitudes y rechazo por parte de grupos antimigrantes dentro y fuera del gobierno.

A pesar de ello, DACA ha ido avanzando a pesar de las suspensiones que hubo en la presidencia de Donald Trump, pero DAPA jamás se movió, desde un inició el fallo de un juez federal en Brownsville, Texas detuvo su entrada en vigor y así se ha mantenido.

Ahora bien, la semana pasada un nuevo dique fue puesto frente a DACA. El juez federal del Tribunal de Distrito del Sur de Texas, Andrew Hanen, falló en favor de una demanda presentada por los estados de Texas, Alabama, Arkansas, Kansas, Luisiana, Mississippi, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental, por considerar ilegal el programa DACA (La Opinión, 17 de julio de 2021).

Frente a ello, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se mostró complacido, pues no es la primera victoria que tiene en materia migratoria, ya que en febrero pasado logró que un juez frenara la moratoria de 100 días en las deportaciones ordenada por el presidente, Joe Biden. Sin olvidar que Paxton es uno de los artífices del bloqueo de DAPA.

Sin más salidas por el momento, el jefe de la Casa Blanca anunció la cancelación de citas para los migrantes que han solicitado por primera vez su ingreso al programa DACA. Todo esto, con la finalidad de cumplir con el ordenamiento del juez.

De manera paralela, desde la Oficina Oval, se urgió nuevamente al Congreso para sacar adelante la reforma migratoria.

Sin embargo, eso se mira cada vez más lejos en el horizonte, por dos razones: los demócratas necesitan el apoyo de al menos diez senadores republicanos para sacar adelante la reforma; y, estamos a menos de medio año de que inicie el proceso electoral de medio término donde todo lo hecho o dicho puede ser usado en contra de los aspirantes al Congreso.

Quizá a los demócratas solo les quede la posibilidad de utilizar la fórmula legislativa conocida como reconciliación y que permite aprobar un proyecto de ley con mayoría simple de 50 votos, en vez de con los 60 que hacen falta normalmente.

Mientras eso pasa en los corrillos de Washington, miles de migrantes sienten cómo se posa sobre ellos la espada de Damocles que en cualquier momento puede caer sobre su cabeza.

Profesor-investigador del Depto. de Relaciones Internacionales, región occidente. Tec de Monterrey.
@contodoytriques

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