ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
Por unos 25 años hemos escuchado las advertencias de los técnicos del agua en Guadalajara, por todos esos ayeres han sido ignorados y calificados como charlistas de café como les dijo un funcionario hace unos meses, en pleno estiaje y desabasto de agua en muchísimas colonias de la Zona Metropolitana, otros, los han llamado fantásticos y nombran a sus investigaciones como teorías locas pero que no solucionan nada. Como sueños guajiros, vamos.
Y llegaron estos tiempos donde las incipientes lluvias no son un augurio sólido de recuperación de los mantos acuíferos, ni de la Presa Calderón ni de Chapala, el aviso de parte de la comunidad científica local es claro, no hay signos de que el abasto sea a largo plazo, podrá regularizarse si, pero no podríamos regresar a los tiempos de gran dispendio.
Este no es un cálculo local, tiene referentes científicos mundiales, pero ojalá se equivoquen porque Chapala ya presenta una disminución notable nada comparada con los tres últimos años en etapa previa a las lluvias.
Así que los chamanes locales y sus ideas locas de recuperación de lluvias y otras propuestas se quedarán ahí, para mejores épocas o gobiernos que se decidan a realizar una profunda obra de reposición de redes en la zona metropolitana que por ser costosa y no ser de relumbrón no es propia para apuntarse para ser gobernador, pero en donde afirman podría estarse fugando hasta el 40 por ciento del suministro de agua potable, por estar vieja y en mal estado. Es una ilusión.
PILÓN
El banderazo de salida para la campaña de venta de los depas de El Bajío, si, los de la ex Villa Panamericana parece haber sido la entrega de constancias de alcaldes electos por parte del IEPC Jalisco. Se empezarán a vender sin permiso de habitabilidad de Zapopan.
