De vacunas a vacunas

 

HACIENDO ADOBES

Miguel Zárate Hernández

Difícilmente se ven tantos rostros felices como en los centros de vacunación. Nadie parece ir a fuerzas ni obligado, más bien surgen problemas por multitudes que -víctimas de la frecuente mala organización- se agolpan, buscan un sitio en la fila y hasta muchos de los renuentes y aficionados a la mitomanía, ceden ante una realidad que todos queremos cambiar.

No hay de otra, al menos por lo pronto. Incluso hasta el propio presidente ya dio ejemplo al vacunarse en público, un ejemplo que hace mucho hubiéramos querido ver que diera al fomentar el uso de cubrebocas y de inspirar -más que tolerar- a sus funcionarios allegados, incluyendo al funesto “zar” a quien asignó el programa de prevención contra el virus, para que se mostraran atentos al llamado mundial a tomar medidas oportunamente y que nunca debieron ser menospreciadas, minimizadas, como en los primeros meses de la pandemia.

Hoy todo se ve distinto, con sus reservas, como mayor interés por lograr una inmunización integral universal en todo el país, aunque los tiempos nos ganaron y se ha hecho lento, demasiado lento el proceso.

Las cifras nos desnudan ante otras naciones: pese al esfuerzo evidente por recomponer el rumbo, apenas se llevan unos 14 millones de mexicanos vacunados, pero solamente cuatro millones de ellos con las dosis requeridas.

En Estados Unidos la llegada del nuevo presidente Biden, remando contra lo que dejó la estulticia del anterior mandatario, está por conseguir sus metas en poco más de tres meses. Allá suman 200 millones las personas vacunadas y no se ve remoto que todos los estadounidenses y residentes, de 16 años en adelante, queden inmunizados antes del verano.

Con nosotros se camina, pero no hubo prisa en el arranque ni previsión, de manera que llegan los envíos contratados poco a poco, y quizá por ello se celebran y hasta festinan las entregas en las transmisiones de Palacio Nacional.

Los adultos mayores siguieron al personal de salud considerado “de primera línea”, aunque en el ramo médico esto corresponde exclusivamente al sector público, no a los más de cien mil del sector privado que bajo un principio de elemental sentido común, también deberían ya haber pasado por la vacunación.

Antes que ellos, mejor se abre el espacio al magisterio y el “zar” anuncia que, ahí sí, se aplicarán las vacunas a escuelas públicas y privadas. ¿No debería haberse aplicado igual criterio igualitario con los médicos y enfermería privados? Pero la contradicción no es algo extraño ni poco frecuente en la autodenominada 4T, es lo acostumbrado.

En Jalisco, de alguna manera, las cosas han resultado bien pese a que los controles centrales buscan actuar veladamente como parte de una campaña. Claro que, de origen, con la intervención supuestamente organizadora de los llamados “servidores de la nación” las cosas no han precisamente sido el colmo de la buena planeación.

El “tufo” político que han dejado, ha sido superado gracias a una mejor participación de los gobiernos estatal y municipales y, hay que decirlo hasta con mayúsculas, gracias al apoyo entusiasta logrado en instituciones como la Universidad de Guadalajara (ahí sí que saben de organización) y su rector general Ricardo Villanueva.

Hay municipios ejemplo, también, Tlajomulco y otros más. Pero lo que sí extraña es que la población misma no responda siempre. Resulta inexplicable que en la primera aplicación de Guadalajara hasta el gobernador anduviera punto menos que en perifoneo para atraer a muchos destinatarios.

Y con todo sobraron más de 4 mil vacunas sin uso. Lo peor vino en el caso de los habitantes de Zapopan, que dejaron en los módulos más de 50 mil. Es decir, está claro que no todo es responsabilidad del gobierno sino de los propios beneficiarios, sobre todo con la ola de versiones negativas que han pululado impunemente por las redes. Inexplicable, en efecto.

Ahora se prepara la vacunación de los maestros, en torno a la pretensión de un pronto regreso a las clases presenciales, lo cual está muy bien, pero, definitivamente, las escuelas están y seguirán cerradas todavía algunos meses, mientras que cientos de miles de distintos profesionales y trabajadores que no forman parte de sindicatos poderosos, etcétera, que de tiempo están activos y se debaten entre los riesgos de contagio sin perspectiva de ser objetivo de vacunación, al menos no en corto plazo.

Curioso país el nuestro, en que con esto se demuestra la diferenciación de sectores no siempre justa ni razonable.

Lo más grave es que se piense que con vacunas se resolverá todo. Es, sin duda, el punto de partida, pero falta mucho para llegar a una genuina normalidad. México se aproxima ya al cuarto millón de muertes debidas al Covid.

Gobierno y ciudadanos no deben perder conciencia de ello.

Regidor del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara

@MiguelZarateH

1 comentario

    • Maureen López López el 04/21/2021 a las 7:43 PM
    • Responder

    Creo que todos los ciudadanos queremos que la pandemia se acabe, estamos cansados del distanciamiento social, de los problemas económicos que ésta pandemia nos ha dejado, cansados de tener miedo de perder a un familiar, etc…
    Y en nuestro afán y deseo de que esto acabe, nos han hecho creerque la vacunación masiva será la solución, y con tanto bombardeo al respecto no se hace hincapié a la población en el hecho de que es una vacuna experimental que está autorizada por emergencia más no aprobada, que no se debería administrar de manera generalizada a la población porque existen muchos riesgos a corto, mediano y largo plazo, y todos están yendo con los ojos cerrados a ponerse una vacuna que ni los mismos médicos se han puesto a a analizar, solo porque la OMS dice que es segura, creo que es nuestra responsabilidad como individuos informarnos e investigar antes de tomar cualquier desicion respecto a nuestra salud y la de los nuestros.
    Y es responsabilidad del gobierno investigar estos temas a fondo antes de ponerse a vacunar, vuelvo a repetir con una vacuna experimental, que no ha sido probada en animales, y que no se sabe que pueda ocurrir, existen médicos e investigadores de muy alto renombre que están alterando sobre esto y se les ignora o censura.
    Te invito a ver una charla que da la Dra. Karina Acevedo Whitehouse investigadora y catedrática de la universidad de Querétaro a alumnos de último semestre de medicina, dónde ella aborda éste tema tan polémico y exhorta a la comunidad médica a hacer algo al respecto .
    https://youtu.be/9Zoe_Y2dXEo
    Ahí dejo el link, la charla se denomina «La otra cara de la moneda».
    Agradezco me leas, y sobre todo que te des el tiempo de escuchar a la Dra. y después saques tus propias conclusiones.
    Y como ella lo dijo, «Después de saber esto no nos podemos quedar callados, porque eso nos convierte en cómplices «.
    Maureen López

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