Presagios

HACIENDO ADOBES

Miguel Zárate

De momento prevaleció la ley. Salvo una consejera del INE que, como se dice comúnmente, “se dobló” ante las presiones de Morena y del mismo Gobierno de la República, la mayoría (por mínima diferencia) reiteró la cancelación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio.

Es obvio que esto significa la continuación del enfrentamiento y, de nueva cuenta, es de esperar otra andanada de calificativos, del presidente para abajo, en contra de los integrantes del organismo colegiado que regula las elecciones que, con todo y sus defectos, resulta de un esfuerzo para la democratización del país.

Sin tanta alharaca, igual suerte corrió el aspirante por Michoacán, Raúl Morón. Quizá el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se permita ignorar la ley y así cambiar el escenario, sobre todo a partir de la connivencia conocida y entendible entre su presidente, el controvertido José Luis Vargas tildado como “magistrado billetes” y sus colegas allegados, para -dirán ellos- salvar la Constitución y con ello regresar -según se argumentara dentro del esquema propio de AMLO- su “pleno derecho” a Salgado y a Morón para ser votados con una pequeña sanción. Sorpresa mayúscula sería otra cosa.

Como se ve, aquí no termina el juego, apenas comienza. Luego de la catarata de improperios que recibieron en especial los consejeros no alineados durante varios días, incluso con el respaldo abierto del primer mandatario que había jurado y hecho jurar a todos los gobernadores que no deberían tratar de influir en el proceso (¿cuál veda?), la violencia verbal apareció, no muy lejos de los amagos ya cercanos a lo criminal. -“Sabemos dónde viven”- amenaza Félix al arengar a sus seguidores contra los que estaba visto no le favorecerían.

A esto, una tibia, pero muy tibia convocatoria al “respeto” mutuo de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, y un muy discreto y aterciopelado llamado presidencial a no llegar a la violencia. Solo una consejera cambió su voto anterior: Norma Irene de la Cruz, pese a que aún se cuestiona su designación oficial por su doble nacionalidad y a menos de un año de haber sido nombrada en vez de su promotor, John Ackerman, por lo que no es de extrañar su decisión.

Esto forma parte de la tradicional forma en que cada gobernante busca apalancarse en los organismos autónomos como el INE o en los poderes alternos como el Judicial, ya no se diga en el Legislativo. Lo grave, o más grave, es que la ley pase a ser interpretada por los intereses de cada uno.

Se dirá que, eso sí, el pleno de los once consejeros censuró las amenazas vertidas al grado de que los líderes del morenismo han mencionado, con algunas extrañas complicidades como algún prominente empresario, no una sino varias veces que hay que cambiar el INE, sustituirlo y hasta desaparecerlo.

Los guerrerenses pueden, en efecto, decidir lo que quieran, hasta llevar a la gubernatura a una muestra tan evidente de la patanería y la burla a otras leyes que pintan la imagen turbia de Salgado; lo preocupante es que las actitudes oficialistas del momento hacen pensar que, en su partido y sus líderes, se está dispuesto a llevar las cosas hasta las últimas consecuencias.

¿Qué pasará si en realidad Morena pierde la hegemonía en la Cámara de Diputados? La advertencia presidencial, nada velada, de que no le apura porque para eso existe su derecho al veto, (que para efectos legales suena a bravuconada), es tal vez una de las expresiones más antidemocráticas escuchadas durante todo su gobierno.

Empero, por otro lado, refleja que efectivamente sí anida en su interior una preocupación real de que este supuesto se dé, lo que acarrearía irremediablemente un trienio final muy complicado para su régimen y, sobre todo, el riesgo de ver impedido su proyecto de cuarta transformación del país.

Sin embargo, incluso después del cerrojazo del INE, el presidente en la mañanera desairó el buen juicio de quedarse callado y siguió en su línea de que fue “un atentado a la democracia”, de que existe aún la instancia del Tribunal, muy posiblemente ya cooptado y con un resultado garantizado a entender por las declaraciones previas del llamado «magistrado billetes».

No hay duda ya: suceda lo que suceda, todo ello, son malos presagios para el futuro democrático del país.

Regidor del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara

@MiguelZarateH

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