Privacidad y seguridad en riesgo

HABLEMOS DE DERECHOS

Salvador Romero

 

¿Te imaginas llegar a comprar un teléfono móvil y que además de tu nombre, identificación y domicilio, te pidan tus datos biométricos tales como tu fotografía en varios ángulos, tus huellas dactilares, el escaneo del iris de tus ojos, tu timbre de voz, tu tipo de sangre, tu ADN, etc.?

Pues el día de ayer en el Senado se aprobó esa nueva obligación, con la creación del “Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil” (PANAUT), en donde en medio del debate el senador Emilio Álvarez Icaza reprodujo en tribuna una grabación en la que se escucha la voz del senador morenista Ricardo Monreal, hace diez años cuando era oposición, decir lo siguiente:

“Ya vimos lo ocurrido con el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT), la base de datos que supimos se encontraba a la venta en Internet a solo dos meses de ser conformada. Ni las autoridades, ni los concesionarios en materia de telecomunicaciones están capacitados para manejar ese cúmulo de información. Además, las disposiciones de la Ley Federal de Telecomunicaciones relacionadas con la obligación de instaurar y mantener el RENAUT, constituían una violación flagrante a los derechos y a las libertades individuales de los gobernados…”

Sin embargo, la fracción de Morena no solo mantuvo su propuesta, sino que, así como en las sagas de Hollywood en donde en cada nueva película aparecen enemigos cada vez más grandes y peligrosos, el nuevo RENAUT o PANAUT, implica recabar una cantidad mucho mayor de datos personales que el anterior, al crear un padrón que a todas luces viola por lo menos dos principios del derecho humano a la protección de datos personales: el de finalidad y el de proporcionalidad.

El primero de ellos porque supuestamente se recabarán con el objeto de “…inhibir en su totalidad los principales delitos que aquejan a la sociedad mexicana…” (un objeto absurdo e imposible con el PANAUT) pero, además, en ningún lugar del dictamen, se desprende cómo se pueda cumplir tal fin a través de exigirte tus datos biométricos para tener un teléfono.

El segundo de ellos, el de proporcionalidad, porque de igual manera, el Congreso en ningún momento demuestra que los datos personales que se exigirán a los usuarios de telefonía móvil, resulten adecuados, relevantes y estrictamente necesarios para la finalidad que justifica su tratamiento.

Además, esta reforma ni siquiera contempla alguna medida de protección para el interés superior de la niñez y la juventud, que representan un sector cada vez más amplio de usuarios de telefonía móvil, lo que implicaría violaciones graves en su contra o bien, que solamente los mayores de edad podrán adquirir y usar un teléfono celular.

Por consecuencia, esta reforma representará crear, administrar y resguardar la base de datos personales más grande del país y aún así en el dictamen se puede leer: “…el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas concluyó que la eventual aprobación de la iniciativa no generaría un impacto presupuestario para la Federación”, lo que habla de la profunda ignorancia del tema por quienes avalaron esta reforma, al no considerar ni el costo, ni el riesgo gigantesco en que nos (y se) ponen con la pura existencia de dicha base de datos.

Finalmente, la reforma violenta también el principio de presunción de inocencia, porque le vierte toda la carga de la prueba al titular de la línea telefónica sobre su mal uso y, además, porque las compañías deberán entregar todos tus datos personales a todas las autoridades de seguridad, de procuración y administración de justicia que los soliciten, sin que medie ni siquiera la autorización de un juez.

Por ejemplo, si te roban tu celular y, antes de que lo puedas alcanzar a reportar (incluso por saturación de la línea de reportes), quienes te lo robaron cometen un delito con dicho equipo, de acuerdo a esta nueva ley, tú podrías ser considerado principal sospechoso de ese delito hasta que demuestres lo contrario.

Por si fuera poco, y por favor no vayas a creer que esto es broma: la reforma establece la obligación a todas las personas del país de estar verificando constantemente el PANAUT para cerciorarse que no haya líneas registradas a su nombre que no reconozcan como suyas.

Comisionado Ciudadano del ITEI Jalisco

@chavaromero

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