HACIENDO ADOBES/Miguel Zárate
Hace apenas unos días presenté ante ustedes una propuesta que recién aprobó el pleno del Ayuntamiento de Guadalajara, la cual pretende proponer a la junta de coordinación Metropolitana la creación de una Agencia Metropolitana de Residuos.
Al parecer han surgido dudas al respecto y lo entiendo. La coordinación y la gestión metropolitana han pasado por un proceso muy veloz en el Área Metropolitana de Guadalajara(AMG), desde sus cimientos hasta el día de hoy, sin embargo, resulta un tema poco comprendido por muchos funcionarios públicos y la ciudadanía en general.
Sumado a ello, tenemos que reconocer que la gestión integral de los residuos también es poco conocida en nuestro país.
Los días en los que podíamos pensar en ello sólo en términos de su manejo, es decir, la sola prestación de servicios como limpia, recolección, traslado y disposición final, llegaron a su fin.
Quien así lo siga pensando se quedó estacionado en los 70’s, época de Don Arnulfo Villaseñor, cuando se pensaba que la eficiencia en la recolección de basura era suficiente con dar un buen servicio y después se lanzaba a un tiradero sin pensar en el futuro.
Ahora vivimos una realidad en la que los nuevos hábitos de consumo y el aumento de la densidad poblacional trajeron consigo nuevos retos para todas las Áreas Metropolitanas.
En el caso concreto de los residuos sólidos urbanos (RSU), tenemos nuevos retos, en materia de gestión y nuevas oportunidades en cuanto al manejo integral.
Abordando primeramente los retos, tenemos el aumento de los volúmenes RSU y la falta de previsión de las administraciones anteriores en aspectos como manejo de sitios de disposición final, migración hacia nuevos modelos de manejo sustentables que eviten el confinamiento, la planificación de cierre y apertura de los vertederos ya existentes, así como las controversias entre cada municipio y la empresa concesionaria que brinda el servicio de colecta, traslado y disposición final.
Para ejemplificar la necesidad de una planificación veamos el reciente caso del cierre del vertedero de los Laureles, para el cual no se contaba con claridad sobre su tiempo de vida útil, cómo se reemplazarían sus funciones y los recursos que se necesitarían para su clausura.
El resultado es una incertidumbre absoluta con respecto a la disposición final en el mediano plazo en el AMG y un problema imprevisto a enfrentar por cada uno de los municipios que apenas se dan por enterados de cuanto les va a costar este cierre.
Este tipo de proyectos a largo plazo deben trascender las administraciones, justamente porque al pensar en acciones a mediano y largo plazo debe existir una continuidad, no sólo en la planificación técnica, sino también en la operación.
Es decir, que dejar la ejecución en manos de las direcciones de medio ambiente de cada municipio, que ya tienen numerosas labores que realizar, no dota a la ciudadanía de ninguna garantía con respecto al seguimiento de las medidas planteadas a través de los años.
En lo que respecta a las oportunidades, el AMG se ha apoyado fuertemente en una empresa concesionaria que brinda actualmente el servicio (no pretendo defenderla, por el contrario, he pedido revisar la situación contractual de ella), pero de manera dispar en cada uno de ellos.
Por ello, sería mucho más efectivo homogeneizar las condiciones de este servicio para que la empresa encargada de brindarlo ajuste sus operaciones.
Por dar un ejemplo, gran parte de la efectividad en la recolección de los residuos sólidos urbanos e incluso de su tratamiento final, está relacionada directamente con la eficiencia en las rutas de colecta de los mismos. Igualar las condiciones de manera intermunicipal generaría las circunstancias óptimas para que el servicio se brinde manera estratégica y por lo tanto más eficiente.
Naturalmente, los esquemas distintos arrojan nuevas preguntas, pero un problema que ha crecido tanto amerita nuevas estrategias.
Las agencias metropolitanas pueden ser instancias que aborden las problemáticas de manera puntual y especializada sin que la ejecución dependa de los funcionarios en turno.
¿Cómo podemos garantizar que a cada cambio de administración cada una de las dependencias de cada municipio trabajará de manera coordinada?, ¿cómo garantizar que cambio tras cambio habrá continuidad al trabajo anterior y que, además, todo esto se realizará acorde a un mismo proyecto establecido por el organismo técnico a nivel metropolitano?
Esto no puede depender de la buena voluntad de los actores involucrados administración tras administración. Debemos garantizar la operación de organismos especializantes que trascienda los cambios naturales de los periodos en lo que respecta a servicios tan elementales como es el manejo de residuos.
Quien no vea la realidad de lo que hoy es el AMG y su complejidad, desea vivir tiempos idos de la otrora zona metropolitana ya desaparecida, hoy debemos de trabajar coordinadamente y como la gran metrópoli que somos debemos tener esfuerzos comunes.
Efectivamente el Ing. Jorge Matute así lo vio adelantado a su tiempo, el SIAPA y las rutas ortogonales así lo demuestran, el conjunto se forma de sus partes, así y sólo así saldremos adelante viendo hacia la meta del 500 aniversario de nuestra Guadalajara y no estacionados en soluciones de antaño que ya no responden a nuestra realidad.
