El obstáculo final de la vacuna

PUNTO CRÍTICO/ Gabriel Torres Espinoza

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que a pesar de las grandes esperanzas depositadas en el hallazgo de una vacuna para el Covid-19, “podría nunca haber remedio infalible contra el Covid-19”.

Esta noticia sacudió al Mundo. Podría decirse que el ‘Santo Grial’ de la pandemia del coronavirus lo representa el acceso a una vacuna efectiva. Son poco más de 18.5 millones las personas infectadas y más de 701 mil las que han fallecido a causa del coronavirus.

Laboratorios de todo el mundo trabajan en una frenética carrera contrarreloj, sin precedentes en la Historia, para encontrar una vacuna contra el SARS-CoV-2.

Se trata de una disputa científica entre potencias, que emula a las acontecidas durante la Guerra Fría, destacando entre ellas la carrera espacial, que tuvo como preámbulo el lanzamiento del primer satélite, en 1957, el Sputnik por parte de la Unión Soviética.

El dato más reciente, advierte que son 177 las vacunas que se encuentran en investigación: 142 en ‘fase preclínica’ y 35 en ‘fase clínica’. Son cinco las que ya se encuentran en Fase 3 [Oxford / AstraZeneca, Sinopharm, Moderna, p. ej.] que también es la que lleva más tiempo.

Un artículo publicado el 15 de julio en la revista científica American Journal of Preventive Medicine, coordinado por Bruce Y. Lee, profesor de la Universidad de la Ciudad Nueva York, destaca en principio que la efectividad de la vacuna “tendría que ser superior al 70% e incluso llegar al 80%”.

No obstante, después de desarrollar un modelo de simulación informático arrojó, entre muchos otros datos, dos que son particularmente preocupantes:

1.- Si el 5% de la población ha sido infectado [en mayo pasado se calculó oficialmente que, por ejemplo en España, el 5% de la población ya había sido infectada], una vacuna con una efectividad del 80% podría reducir el número máximo de casos si, y sólo si, la mitad de la población ha sido vacunada.

2. No obstante, si el 15% de la población ha sido infectada para cuando esté disponible la vacuna en contra del coronavirus, esta sólo podrá reducir el número máximo de casos hasta en un 65%, si todo el mundo se vacuna [escenario utópico] y la vacuna tiene [ojo] un 100% de efectividad [una tan exitosa y vetusta, como la del sarampión, posee una efectividad de entre el 95% y 98%].

De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en ingles), las vacunas actuales contra la influenza ofrecen una efectividad que oscila entre un 40% y un 60%.

Funciona mejor con la influenza B, pero ofrecen menor protección contra la Influenza A(H3N2). Al respecto, destaca que al menos dos factores determinan las probabilidades de éxito:

1) las características de la persona [edad y estado de salud]; y 2) la similitud o ‘combinación’ entre los virus incluidos en la vacuna y los que se diseminan en la comunidad (cepas).

Ahora bien, es importante considerar los efectos que pudiera suscitar la eventual inmunización para el coronavirus.

La doctora Julie Gerberding, ex directora de los CDC en EEUU, señaló que es de vital importancia “equilibrar la capacidad de la vacuna para ofrecer una protección rápida, pero al mismo tiempo asegurarse de que no estamos creando un daño inadvertido a las personas en el proceso (…) ese es un equilibrio realmente difícil, especialmente difícil cuando se tiene que hacer rápido”.

Sin embargo, ahora la urgencia es ponerla a disposición lo más rápido posible, ignorando todo ello.

Como atinadamente sostiene Bill Gates, fundador de Microsoft: la decisión de vacunarse, o no hacerlo, será “el obstáculo final” que habrá de sortear la vacuna del coronavirus.

Encuestas recientes señalan que tanto en EE.UU. como en Alemania apenas el 50% de la población estaría dispuesta a inyectarse la vacuna, y en Inglaterra una tercera parte la rechazaría.

De forma que el éxito de la vacuna dependerá de la fecha de su disponibilidad [entre más avanzada se encuentre más difícil será contrarrestarla incluso con vacuna], de su efectividad [tendría que ser superior al 70% u 80%] y, por último, de la aceptabilidad de su vacunación entre la población para propiciar lo que se conoce como ‘inmunidad rebaño’ [sólo se alcanzaría si el 60% o 70% quedara inmune al virus].

Director Gral. de la Operadora SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresE

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.