ARENA PÚBLICA/Vicente Viveros
Después del complejo e inédito proceso electoral recientemente vivido, en donde hay varias cosas a destacar, como el regreso del PRI al poder público, que no tenía desde hace doce años a nivel federal y 18 a nivel local, hay quienes afirman (yo no) que el entramado democrático del País cierra uno de los círculos de madurez con este resultado; otro tema es el voto diferenciado Jalisco, es muestra de ello la irrupción de Enrique Alfaro como una opción viable, novedosa, “despartidizada” que hizo que buena parte de los votos regulares del PRI, y mayormente del PAN, dividieran conscientemente su voto con los resultados ya conocidos.
Como en toda elección existen inconformidades, algunas sustentadas, otras no tanto, a destacar la inequidad presupuestal que, a pesar de ser notoria, es difícil de probar; habrá que realizar los cambios pertinentes a la legislación para que los controles sobre el ingreso de los recursos públicos y privados a las campañas sean más estrictos; la suposición consistente, desde mi punto de vista, en el hecho, con la dificultad de probarlo, sobre lo sucedido en Monex y Soriana, no puede pasar desapercibida; aunque no es un tema exclusivo del PRI, en mayor o menor medida esto sucede en todos los partidos políticos, sólo que en esta ocasión escaló a un nivel no visto anteriormente.
Aunado a la irrupción del movimiento #yosoy132, que lucha por no dejarse incrustar en las estructuras profesionales de los partidos de izquierda y de las partes más extremas de la organización civil, tarea no menor ante lo difuso y etéreo del movimiento, que parece tener fecha de caducidad pronta al pasar el proceso electoral, pero que sin duda movió de manera importante las coordenadas de los equipos de campaña, es también un elemento a destacar.
Pero no nos equivoquemos, para procesar las inconformidades existen las instituciones creadas para ello; comprendo que en un sector social importante exista desconfianza, pero si rebasamos ese límite llevamos al país a una encrucijada difícil de superar; exijamos a los tribunales apego al estado de derecho, vigilemos y levantemos la voz, pero al final del día se tiene que confiar en la autoridad; claro, suponiendo que no salgan con una desproporción, pero ésta debe de ser la apuesta, de eso estoy convencido.
Entiendo la lógica de quienes argumentan que México no le ha dado una oportunidad a la izquierda y que vive bajo el dominio del bipartidismo de centro-derecha, pero la diferencia fue de tres millones de votos, no son poca cosa y las reglas del juego están claras; la última modificación al COFIPE fue aceptada por todos los partidos políticos en la Cámara de Diputados, así que pretextos no hay, estas reglas impusieron los mismos jugadores, así que acatémoslas.
No hay más
vicenteviveros@gmail.com
