Eficiencia energética y movilidad: factores de sustentabilidad y desarrollo

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EN2RUEDAS/Jesús Casillas

La disposición de las distintas energías de las que la humanidad pudo disponer en cada época, está íntimamente vinculada con su evolución y desarrollo, por lo que su importancia es históricamente invaluable.

Aunque las fuentes de energía anteriores a la época de la denominada “Revolución Industrial”, eran prácticamente renovables, al utilizar la leña o estiércol para el fuego, también la tracción animal o humana, los desechos agrícolas, el viento o el agua. Situación que ha cambiado a nuestros días y el tema de la eficiencia energética se actualiza como un elemento imprescindible.

En esta semana, el domingo 5 de marzo, se conmemora precisamente elDía Mundial de la Eficiencia Energética”. Una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía, cuando menos por dos razones:

Las principales fuentes son de origen fósil, por lo que, en primer término, su consumo genera y libera a la atmósfera los denominados gases de efecto invernadero. Esto provoca que la temperatura global de nuestro planeta vaya en aumento y se modifiquen los patrones climáticos, con daños severos al medio ambiente y a nosotros mismos. Se trata del mal el siglo, el sabido Calentamiento Global.

Esto incluye a la energía eléctrica, en virtud de que su producción implica consumo de combustibles fósiles.

En segundo: Porque este tipo de fuentes de energía, las fósiles, se van agotando y un buen día la fecha en la que ya no podamos disponer de ellas puede llegar.

Por ello, la importancia de la eficiencia energética se sintetiza en contribuciones a la sustentabilidad, productividad, competitividad, a reducir la contaminación, a mejorar la salud pública, a una mayor prosperidad y a la reducción de la huella de carbono, de acuerdo con precisiones de la Secretaría de Energía (SENER).

De esta manera, la eficiencia energética, como una práctica encaminada a reducir consumo de energía, al ir mucho más allá del tema económico, ha cobrado especial relevancia para toda la humanidad y junto con el desarrollo de energías renovables, es una de las políticas de freno para el Cambio Climático.

Participar en la eficiencia energética nos corresponde a todos; va desde evitar un foco encendido innecesariamente hasta la mejora de los procesos de producción y algo muy importante: la movilidad, pues los vehículos automotores son de los principales consumidores de energía fósil y responsables del 30% de emisiones de gases de efecto invernadero y 70% de carbono negro.

Por lo que el uso eficiente del transporte y alentar los alternativos no motorizados, van más allá de facilitar los traslados, contribuyen a conservar el planeta y la disponibilidad energética.

No se trata de renunciar a la calidad de vida, sino la obtención de los mismos satisfactores empleando para ello menos recursos, utilizando la energía de forma eficaz, esto es, sólo la que realmente necesitemos.

Es una cuestión clave en nuestros tiempos para la reducción de la pobreza, la degradación medioambiental, el cambio climático y la seguridad alimentaria, mientras que para los tiempos venideros incidirá determinantemente en la la calidad de vida y condiciones de mundo que deseamos heredar a nuestros hijos.

Senador de la República por el PRI

@jesuscasillas06

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