Última escala en histórica vuelta al mundo

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El avión Solar Impulse II, que está dando la vuelta al mundo sólo movido por energía procedente del sol, llegó hoy su última escala a El Cairo, donde sus pilotos insistieron en su mensaje de que la tecnología sostenible utilizada en la aeronave debe aplicarse también en las ciudades.

 

Procedente de la localidad española de Sevilla y tras cerca de 50 horas de viaje, el avión aterrizó en el aeropuerto de la capital egipcia a las 07:10 hora local (05:10 GMT), en medio de una gran expectación mediática y de los miembros del equipo del proyecto. A su llegada, el suizo André Borschberg, que pilotó la aeronave desde Sevilla hasta El Cairo, fue recibido por su compañero, Bertrand Piccard, que le abrazó y enseguida le puso un parche en la chaqueta en el que se leía la palabra “Egipto”.

 

Ya fuera de la aeronave, Borschberg insistió en el hecho de que el Solar Impulse II no lleva pasajeros pero sí un mensaje. “Este avión toma su energía de una fuente renovable, la almacena, porque el usuario, en este caso el piloto, no la necesita al mismo tiempo que es producida. De la misma manera, lo podemos hacer en las ciudades. Lo que hacemos en este avión es lo que deberíamos hacer en las ciudades”, afirmó. Asimismo, recordó que hoy en día “en vez de pensar siempre en cómo producir más energía”, las sociedades deberían reflexionar sobre “cómo utilizar mejor la energía que está disponible”.

 

Borschberg reconoció además que su viaje desde Sevilla hasta la capital egipcia fue “muy emocionante”, ya que es el último que emprenderá a bordo del Solar Impulse II. En los próximos días, la aeronave completará su vuelta al mundo con el trayecto desde El Cairo hasta Abu Dabi, pero esta vez bajo los mandos de Piccard. El también suizo indicó que fue precisamente en Egipto donde este proyecto fue concebido. “Cuando volé por todo el mundo en un globo en 1999, aterricé en Egipto. Y aquí es donde tuve la idea de realizar otro vuelo alrededor del mundo, pero con un avión de energía solar”, contó el piloto.

 

Asimismo, resaltó el simbolismo que tiene el hecho de que el Solar Impulse II haya realizado su última escala en el país de los faraones. “Egipto es el primer país, hace 2 mil 800 años, donde el faraón Amenofis IV decidió adorar al sol de manera monoteísta. Es el primer sitio donde el Sol se convirtió en un dios, en el único dios, así que creo que es muy simbólico”. Casi 5 mil años después, no es que el piloto suizo profese una religión relacionada con el astro solar, pero sí está convencido de que, como reza el lema de la iniciativa, el futuro, también el de la aviación, es limpio.

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