El miércoles 1 de abril de 2015 circuló un comunicado interno entre el staff de Grupo Omnilife-Angelíssima-Chivas. En el documento, firmado por Jorge Vergara, se anunciaba el despido de Ramón García Hernández, vicepresidente administrativo del Grupo, y pedía a sus colaboradores que le reportaran de manera directa. Ese fue el preludio de la ruptura entre el propietario de las Chivas del Guadalajara y su aún esposa Angélica Fuentes, que un día después fue destituida de su cargo como directora ejecutiva.
“Angélica deja de ser la directora desde el día de ayer (2 de abril) porque es directamente responsable de todo lo que pasaba en el grupo, entonces a partir de ayer fue sacada de su puesto y en este momento solamente esperar que termine la investigación para fincar responsabilidades”, dijo Vergara en una entrevista con Univisión Deportes.
Las declaraciones del empresario tapatío significan el fin de una relación que inició en el 2007, año en el que Vergara invitó a Angélica Fuentes a tomar el puesto de CEO (directora ejecutiva) de Omnilife. Un año más tarde se casaron y la originaria de Ciudad Juárez mejoró su posición en el consorcio al adquirir el 49 por ciento de las acciones del Grupo en 2010.
El motivo de la ruptura son presuntos malos manejos dentro de la compañía y se señala a los colaboradores de Angélica Fuentes como los responsables, por lo que comenzó una investigación para luego acudir a la vía legal. Sobre su actual relación, Vergara aclaró que aún no ha iniciado los trámites de divorcio, aunque aceptó que será una de sus siguientes acciones legales.
En los últimos dos años de su administración, Fuentes consiguió que el Grupo Omnilife-Angelíssima-Chivas creciera en un 63.5 por ciento, según reportes de la revista Forbes, además de que estaba considerada entre las mujeres más poderosas de México.
