Venezolanos improvisan brebajes frente al nuevo coronavirus

Infusiones calientes, limón, agua con sal, ajo y cebolla. Enfrentados al coronavirus, los venezolanos recurren a brebajes y protecciones ancestrales a falta de curas o remedios accesibles a sus bolsillos.
Apenas supo el 13 de marzo de los primeros casos en Venezuela, Dilia Zorrilla corrió a comprar tapabocas pero también cebollas para el hospedaje que administra en Güiria, una remota población del noroeste venezolano.

No está de más”, dijo, tras ordenar a sus ayudantes colocar cebollas en un bol de vidrio en el mostrador donde reciben a los clientes. Creencias populares le atribuyen a esta planta alejar virus que afectan el sistema respiratorio.

Además compró gel antibacterial, alcohol y cloro a precios disparados.

Con señales telefónicas y de televisión intermitentes, se siente desinformada. “Aquí todo lo que sabemos ha sido por las redes sociales”, comenta a AFP la mulata de 42 años.

En el lobby salta el olor de cebollas incrustadas entre dos ramilletes de flores plásticas.

Dilia coloca una gota de gel antiséptico en las manos de sus huéspedes, y les aconseja buscar “guantes” y “tapabocas”. También les sirve una aromática infusión caliente a base de hierbas y cítricos. “Tienen que beberla”, recomienda.

Si bien el uso de estos brebajes es parte de costumbres “ancestrales”, sus beneficios no están probados, aclara Lorenzo, al alertar sobre los riesgos de quemaduras en la boca y el tracto digestivo por el consumo de líquidos demasiado calientes.

 

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