PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña
El Grupo Parlamentario del PRD en la LXIV Legislatura expresa su respaldo y solidaridad al Movimiento Nacional el Nueve Nos Mueve, que llama a un paro nacional de mujeres el 9 de marzo, en protesta por la violencia contra las mujeres y los feminicidios en el país.
Apoyamos además a la iniciativa promovida por la Presidencia de la Mesa Directiva para que todas las mujeres que laboran en la Cámara de Diputados que decidan sumarse al paro, tengan garantizado su pago ya que no se trata de un día libre, sino de una expresión de lucha. Desde el PRD lo haremos también con aquellas trabajadoras que laboran y forman parte de nuestro Grupo Parlamentario.
La violencia generalizada, especialmente la ejercida contra las mujeres y niñas, la estamos viviendo todos los días, en todos los rincones del país. Y por eso es la exigencia de, que de manera inmediata, se terminen las omisiones y se dé respuesta a la demanda de garantizar una vida libre de violencia para las mujeres y para las niñas.
La queremos ahora. La queremos ya.
Aun y cuando estas expresiones no son nuevas, la molestia que las ha cobijado el día de hoy es el origen de las movilizaciones de las organizaciones feministas y de las protestas que se han venido dando a lo largo y ancho del país.
Es la cuna de movimientos como “Un violador en tu camino” o #el9nosmueve. Y no pararán porque las mujeres han tomado las calles y exigen una respuesta pronta, contundente y efectiva.
La crueldad con la que asesinaron a Ingrid y a Fátima, dan muestra terrible de la gravedad del problema, porque en México, hay que decirlo una y otra vez, están asesinando a 10 mujeres todos los días y al menos una de ellas es niña o adolescente.
Por eso resulta lamentable la nula sensibilidad del Presidente de la República ante las demandas de que el Estado Mexicano asuma su responsabilidad.
Sus respuestas ante los reclamos son desafortunadas no sólo porque evade lo que le corresponde hacer como titular del Ejecutivo Federal, sino porque prioriza su perspectiva personal –prejuiciosa y conservadora-, y su agenda política y electoral por encima de los derechos y la integridad de las mujeres y niñas.
Argumentar que la violencia es consecuencia del neoliberalismo –aunque su administración aplica a rajatabla los principios de este modelo económico-, y de la corrupción; es el reiterado y ya gastado pretexto que ha usado para culpar a gobiernos pasados de los problemas que el suyo no es capaz de resolver.
Decir que atrás de las movilizaciones está la derecha, es revictimizar a las mujeres y niñas y a sus familias y agraviar a gran parte de la sociedad que desde hace muchos años exige que pare la violencia contras las mujeres y niñas.
Sostener que la única manera de atender este y otros problemas es moralizar el país, es evidenciar no sólo su talante autoritario, sino un claro desconocimiento de la realidad y de la complejidad del problema y que la solución del mismo requiere de políticas públicas integrales, eficaces y oportunas.
Y por supuesto, de presupuesto. Insistir en que no cambiará sus convicciones por las manifestaciones feministas, es soberbia e intolerancia.
Desde el Grupo Parlamentario del PRD convocamos al Presidente de la República a que asuma su responsabilidad, se deje de linchamientos, estigmatizaciones y descalificaciones y se abra al diálogo para atender el grave problema de la violencia que azota al país.
Hacemos un llamado a que se construya un acuerdo nacional con todos los Poderes de la Unión, el Congreso de la Unión, los Gobernadores, los congresos estatales, las organizaciones de la sociedad civil y todo aquel que se quiera sumar para definir una agenda legislativa y de políticas públicas para detener los asesinatos de mujeres, niñas, niños y adolescentes.
