La Casa de Alba exhibe sus tesoros

AFP.- Con sus cuadros de Goya, Tiziano, El Greco o Rubens, el Palacio de Liria era el secreto cultural mejor guardado de Madrid.

Ahora es plenamente accesible al público, por decisión de su morador el Duque de Alba, uno de los nobles de más abolengo de España.

Desde que abriera sus puertas en septiembre, este palacio neoclásico construido en el siglo XVIII, destruido en 1936 durante la Guerra Civil española y luego reconstruido ha recibido más de 14.000 visitas.

Entre sus paredes atesora tapices de la factoría parisina de Los Gobelinos, cristales de Murano, y sobre todo, una excepcional colección privada de pintura.

Sus tesoros incluyen una ‘menina’ de Diego Velázquez, ‘La última cena’ del italiano Tiziano, cuadros de Ribera, Murillo, Zurbarán y El Greco, y un retrato del emperador Carlos V y su mujer, Isabel de Portugal, firmado por Rubens, que copió un ‘tiziano’ desaparecido.

También presume de las porcelanas de Sèvres de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, emperatriz de Francia en el siglo XIX y fallecida aquí en 1920.

“Había mucha presión social por conocer estas colecciones”, comenta Álvaro Romero Sánchez-Arjona, director cultural de la Fundación Casa de Alba, la entidad privada que gestiona el palacio ubicado en el centro de Madrid.

En una ciudad famosa por las pinacotecas de El Prado, el Thyssen o el Reina Sofía, el de Liria presume de ser el único palacio-residencia de Madrid, ya que en él vive Carlos Fitz-James Stuart, XIX Duque de Alba.

“El Duque está muy contento, porque convive perfectamente el espacio, sigue siendo casa habitada, y el público disfruta”, asegura Álvaro Romero, precisando que la lista de espera es de dos meses.

El acceso normalizado al público culmina la política de apertura iniciada en 2016, cuando la Casa de Alba decidió abrir en Sevilla el Palacio de las Dueñas (donde naciera en 1875 el poeta Antonio Machado) y dos años más tarde el Palacio de Monterrey, en Salamanca.

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