Y la corrupción apá?

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Sin seriedad ni compromiso firme para combatir la corrupción se encuentra el Estado Mexicano, no solamente hoy, sino desde su etapa post revolucionaria y que por lo que se ve,  la actual “cuarta transformación”, tampoco tiene vistos de que le quiera entrar con todo al tema.

Así lo demuestra la nota informativa que aparece hoy en el diario “Mural” y que exhibe la fragilidad de las instituciones nacionales para prevenir, combatir, castigar y erradicar la corrupción.

En este primer estudio realizado por la Americas Society/ Council of the Americas (AS/CA) , nuestro país obtiene una calificación de 4.65 sobre 10, donde se evalúan aspectos que realmente, en las actuales condiciones políticas, resultan dos de ellos preocupantes y muy difíciles de transformar, le explico:

El primero que reprobamos (4.29 de calificación) es la actuación del Poder Judicial para sancionar los actos de corrupción.

Este estudio de AS/CA nos revela algo que no es nuevo, pero si inquietante en cuanto a las acciones necesarias para cambiarlo, que son la nula independencia y la sumisión al ejecutivo en turno o a las circunstancias políticas.

La justicia en nuestro país sigue estando supeditada a los acuerdos políticos.

El segundo que tampoco pareciera ser sujeto a un cambio cercano es en lo referente a legislación y gobierno, que tiene que ver con el establecimiento de reglas claras y su implementación por parte del ejecutivo.

En este rubro se obtiene una nota de 4.52 y tan solo basta ver la ausencia de interés de los distintos ámbitos de gobierno para consolidar los Sistemas Anticorrupción federal y estatales, un proceso que se ha llevado dos años, muchos millones de pesos y cero resultados, cuando lo más normal sería que se sancionaran los actos de corrupción como cualquier otro delito, pero como bien reza el dicho, que unos atribuyen a Perón, otros a Napoleón, “Si quieres solucionar un problema, nombra un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión”.

Por último, y en el que mejor evaluados salimos, 6.47, es en lo referente a la participación ciudadana, medios de comunicación y sector privado, lo que demuestra que para erradicar o al menos, tratar de disminuir los niveles de corrupción en nuestro país, se necesita más acción ciudadana que haga contrapeso a los actos corruptos e impunidad, que el ciudadano perciba la imparcialidad de los medios y que los empresarios, lejos de sobornar para hacer grandes negocios, compitan en claridad de condiciones e impulsar una reforma en materia regulatoria que ponga candados férreos, pero a la vez establezca trámites con sencillez y claridad, para inhibir las dádivas y mordidas para abrir negocios y desarrollar la libre empresa.

Grandes retos que se tienen en materia de una corrupción que al año, pesos más pesos menos, nos cuesta a los mexicanos, según varios estudios realizados por la OCDE y la UNAM, alrededor de 21.9 millones de millones de pesos anuales, a esperar que la actual administración cumpla con su promesa de combatirla y erradicarla. ¿Usted cree que así se será? Yo lo dudo.

Politólogo, Profesor universitario y miembro del Claustro Académico del ITEI

@aagsevilla

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