En Ciudad Creativa ¿Perdón y olvido?

PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

La Ciudad Creativa Digital (CCD) destaca por ser, hasta ahora, una fallido proyecto, donde sobresalen la construcción de edificios a sobre precio y un cúmulo de irregularidades.

Se han ‘invertido’ cientos de millones de pesos, sin tener claridad del propósito de la infraestructura, ni detonar de forma alguna a las industrias creativas de Jalisco.

La semana pasada, Alfonso Pompa Padilla, Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología del gobierno de Jalisco, resumió el estado en que recibió los edificios de CCD: “fallas estructurales en los edificios, falta de personalidad jurídica en proyectos y anomalías en el manejo de dinero público” (Mural, 14 de junio de 2019).

Pero esta historia tiene muchos antecedentes, señor secretario…

El 16 de junio de 2017, el diario NTR publicó que “la Auditoría Superior de la Federación (ASJ) detectó irregularidades por más de 163 millones de pesos en la construcción del primer complejo de la Ciudad Creativa Digital (CCD), en Guadalajara, por obras que fueron pagadas y no ejecutadas (ojo).

Ese monto equivale a 47 por ciento de todos las observaciones que se le hicieron a Jalisco ese año, por “inconsistencias en el gasto de recursos federales”.

Según información que la SIOP proporcionó a la periodista Sonia Serrano, “se encontraron dos montos de obra pagada y no ejecutada, uno por 98.6 millones de pesos y otro más por 55.8 millones de pesos. Además, se hicieron señalamientos por otros 8.5 millones de pesos”.

Mural documentó que el costo del Edificio A, parte del primer complejo creativo del proyecto Ciudad Creativa Digital, presupuestado inicialmente en 299.6 millones de pesos, pasó a costar 323, “por concepto de trabajos complementarios” (¿?).

El 20 de abril de 2016, el diario EL NORTE publicó que en el catálogo de conceptos faltaban, por ejemplo, ¡los ascensores! (se trataba de un edificio de 9 niveles).

Además, entre lo más observado por la Auditoría está el fideicomiso CCD ‘Ventures’, donde figura el ‘asesor financiero’ (¿coyote?) de las más exquisitas tranzas de Jalisco, ese mismo que participó en las inversiones irrecuperables de IPEJAL en Abengoa.

Todas las revisiones practicadas coinciden: la Auditoría Superior del Estado les fincó cargos por 10 millones 792 mil 298 pesos; mientras que la Contraloría de Jalisco encontró 2.2 millones de pesos de inconsistencias en el gasto 2016.

Adjudicaciones directas que superaron el monto máximo permitido por ley, pago irregular de ‘asesorías administrativas y legales’, y la contratación ilegal de un despacho que se hiciera cargo de operar el fideicomiso.

La mala estrella de este proyecto está en que quienes lo han gestionado, no entendieron la importancia que tienen para Jalisco las empresas dedicadas a la creatividad digital.

Su prioridad fue la construcción sin objetivos, ni propósitos. Un proyecto empañado por moche y la complicidad…

Director General de la Operadora SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresE

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