Seremos el muro

PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña

Donald Trump lo logró: convertir a México en el muro fronterizo que tanto reclama.

No deja de llamar la atención que el Gobierno Federal haya aceptado las condiciones tan surrealistas que puso el presidente de los Estados Unidos para no subir unilateralmente los aranceles.

El gobierno mexicano se comprometió a militarizar la frontera sur del país. A mandar, en principio, 6 mil elementos de la Guardia Nacional para contener a los migrantes y otros tantos para reforzar la seguridad en la frontera norte.

Aceptó recibir a migrantes que hayan ingresado por nuestra frontera a EU o estén por ingresar, mientras esperan que las autoridades migratorias estadounidense resuelven su solicitud de asilo.

Y se comprometió también a seguir las estrategias de Washington para que Trump esté tranquilo y avance velozmente hacia su reelección.

Felicito a la diplomacia mexicana por impedir el incremento en los aranceles, pero el costo es desproporcionado.

Básicamente, lo que hizo el canciller Marcelo Ebrard fue intercambiar soberanía por estabilidad económica.

El Gobierno Federal ha sido muy errático cuando se trata de plantear la agenda migratoria.

Primero, el presidente declaró que aquí había trabajo para todas y todos los migrantes, luego dijo que no y ordenó reforzar la frontera.

La migración es un fenómeno global y no es correcto que el gobierno tenga un discurso tan ambiguo y poco creíble en esta materia.

Más allá de militarizar la frontera e invertir en Centroamérica, ¿alguien conoce el proyecto de esta administración en materia migratoria?

Las y los perredistas sabemos que la migración es un asunto de Estado. Nosotros no haremos oposición frívola con un tema que tiene que ser resuelto de fondo.

México es un país que se ha construido a través de olas de migrantes que han venido de todo el mundo y de migraciones internas potentísimas.

Considero que el Ejecutivo Federal tiene que utilizar nuestra experiencia para mandar un mensaje al mundo de que somos los primeros que quieren una solución global al fenómeno migratorio.

Se deben buscar coaliciones con países que experimentan problemas similares. Nunca será una solución aislarnos.

El Acuerdo de Marrakech es un buen punto de partida. El gobierno mexicano puede convocar a gobiernos progresistas del mundo para definir una ruta que ordene y humanice la migración.

Estamos entrando a un mundo de fronteras, muros y separación. Un mundo en donde vuelve la vieja idea del nacionalismo rancio y simplón.

Nuestro país tiene que ser un ejemplo alternativo y supeditarnos a los caprichos de Trump no es la mejor de las decisiones.

Comprendo la posición difícil que tuvo que enfrentar el equipo negociador de México, pero eso no es excusa para ceder a otro país, una decisión que debe ser sólo nuestra.

Desde el PRD proponemos tres temas fundamentales ante esta coyuntura crítica: Un debate nacional sobre las políticas migratorias convenientes para la actualidad en México.

Poner condiciones claras en las negociaciones y evitar que Trump busque con los aranceles obtener cesiones en la política migratoria. Y, por último, buscar acuerdos multilaterales que fortalezcan la posición de México.

Nuestra larga tradición diplomática nos abre muchas puertas en el mundo. Este es sólo un aviso. México no puede seguir a expensas de los caprichos de un autócrata como Trump.

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