Corrupción, hasta en la basura

PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

Durante cinco días ardieron toneladas de desechos en el relleno sanitario ‘Los Laureles’, de Tonalá.

Se generó humo tóxico para toda la población, que afectó la salud de muchos ciudadanos. De acuerdo con el artículo 115 de la Constitución, la recolección y disposición final de la basura es una atribución que compete a los municipios.

Los ayuntamientos deberían asumir sus atribuciones constitucionales, en vez de ejercer otras tantas que no les competen. Jalisco cuenta con un total de 12 basureros o sitios de destino final.

Entre 2019 y 2021 todos llegarán a su límite vigente de operación. El tiradero de ‘Los Laureles’, que se localiza por la avenida de Laureles 1000, llegará al fin de su vigencia el 22 de mayo de 2019.

Entonces tendrá que someterse a una revisión para verificar si tiene capacidad para mantener operaciones, puesto que funciona en el límite de sus capacidades. Esta decisión implica muchos millones para la empresa concesionaria.

Los residuos sólidos [la ‘basura’] no se debería enterrar [llevar a los vertederos o depósitos de basura]. Se debiera reducir, recuperar y, por último, reciclar; para finalmente llegar a los rellenos sanitarios.

En Jalisco, todos los residuos sólidos recolectados van a parar a los rellenos sanitarios y tiraderos de basura [los ‘rellenos sanitarios’ se diferencian de los ‘tiraderos a cielo abierto’ por contar con métodos y obras de ingeniería para la disposición de estos residuos, para controlarlos a través de la compactación e infraestructura adicional].

Se debe advertir que solamente la quinta parte de esa basura tendría que depositarse en los sitios de disposición final. Es decir, el resto es aprovechable y tiene un mercado creciente. No obstante, las concesiones signadas por los municipios del área metropolitana premian el volumen recolectado.

Paradójicamente se paga por la cantidad que efectivamente llega al relleno sanitario, lo cual genera desinterés en que se modifiquen los sistemas tradicionales, pero aún vigentes en la ZMG. De ahí que casualmente ocurran incendios, precisamente cuando las capacidades están por llegar a su límite.

Seguir el modelo actual, es sostener uno donde gana una empresa a partir de sobornos a las autoridades municipales en turno. El problema es que los concesionarios responsables de la basura [Caabsa, es la empresa responsable de Los Laureles], vierten toda ella en un mismo automotor, aunque el ciudadano la separe.

De cada kilogramo de basura que se produce, 41% puede ser aprovechada, no obstante, los rellenos sanitarios más eficaces apenas reciclan menos del 10% de la basura depositada en sus vertederos, y el restante es ‘enterrada’ en ellos, ¿o quemada?

El incendio, a unas semanas de vencer el plazo vigente, ¿guarda relación con la revisión sobre la capacidad de operación del relleno sanitario ‘Los Laureles?…

Director general de la Operadora SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresE

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