Los primeros cien días de López Obrador

PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha

Finalmente se cumplieron cien días de la administración de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. Para algunos este periodo es realmente más prolongado porque el primer mandatario comenzó a tomar decisiones desde antes del primero de diciembre, sin embargo, en términos formales son cien días del nuevo gobierno, que, desde la óptica de los temas colocados, parece ser mucho más tiempo.

Para los seguidores de López Obrador este inicio de gobierno ha sido una maravilla y para los detractores del presidente el país está borde la crisis. Desde mi particular punto de vista, ninguna de estas dos posturas extremas están en lo correcto, ya que efectivamente el presidente ha tenido grandes aciertos y por supuesto que también tiene errores.

Lo que es innegable es que la popularidad de López Obrador está por los cielos, ya que las encuestadoras que han medido sus índices de aprobación, lo sitúan con una gran aceptación entre la mayoría de la población.

Por ejemplo, para El Financiero el 86% de los mexicanos están contentos con el actual gobierno, Grupo Reforma lo coloca con 78% de aprobación, mientras que para Consulta Mitofsky el presidente tiene un nivel de aceptación del 67%, dato que lo ubica como el primer mandatario mejor evaluado en América Latina y en tercer lugar entre los presidentes de 31 países a lo largo del mundo.

Desde mi perspectiva los principales aciertos de la administración pública federal que apenas comienza son los siguientes:

1. Emprender el operativo contra el robo de combustibles en el país y el rescate de Petróleos Mexicanos, que sin duda puede representar un avance en la construcción de una verdadera política de soberanía energética en el país.

2. El impulso a la política social, donde es muy claro que el presidente tiene uno de sus principales afanes. Los incrementos en montos y en los sectores que se apoyan pueden colaborar en reducir las tremendas asimetrías sociales que tenemos en México.

3. En otros sexenios era muy clara la relación de subordinación de la presidencia de la República frente a las grandes cúpulas empresariales, desde mi punto de vista, López Obrador equilibró la balanza y ahora la relación entre poder político y poder económico es mucho más equitativa y de mayor contrapeso.

4. La política de comunicación política del presidente de México es sumamente potente y contundente. Las conferencias mañaneras han modificados los esquemas para hacer comunicación y se ha establecido una nueva forma de relación entre gobierno y ciudadanos; y gobierno y medios de comunicación.

5. Es evidente que otro de los mayores aciertos de López Obrador es la búsqueda de una gestión pública más austera y tratando de evitar a toda costa los despilfarros y la opulencia en la burocracia, los signos de austeridad del presidente han sido muy bien recibidos por la población.

6. Otro de los asuntos más valorados entre las y los mexicanos es que perciben a un presidente trabajando, que tiene prisa por resolver los problemas y que está

empujando a todo su gabinete a entrar en esta dinámica de intensidad en la gestión pública.

Los principales errores de López Obrador en sus primeros cien días, desde mi perspectiva son:

1. Parecería que la capacidad de respuesta de algunos de sus secretarios es mucho menor que la deseable, cito el caso de Jiménez Espriú, secretario de Comunicaciones y Transporte, con el debate en torno a la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México o la incapacidad de Rocío Nahle, la secretaria de Energía, con la crisis del desabasto, en ambos casos la actuación de los miembros del gabinete fue errática.

2. La primera propuesta de Guardia Nacional militarizada y el continuar utilizando a las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, prácticamente en lo que resta de esta administración, es una política fallida de otros sexenios a la cual se le dará continuidad y que deja muchas dudas sobre su efectividad.

3. En torno a los llamados megaproyectos de desarrollo, el presidente López Obrador no ha generado espacios de diálogo y negociación con las comunidades afectadas, esto ha provocado violencia en torno a la consulta sobre la termoeléctrica de Morelos, o las severas críticas de los zapatistas al Tren Maya en el sureste o los proyectos en el Istmo de Tehuantepec.

4. El cambio en el esquema de financiamientos a las estancias infantiles o dejar sin dinero a los albergues para mujeres que sufren de violencia, han sido políticas muy cuestionables, donde las razones para las modificaciones no han convencido a muchos. En el caso de los albergues el presidente rectificó y restauró la política de apoyos, en lo referente a las estancias las críticas continúan.

Este gobierno apenas comienza y las valoraciones que se están haciendo en torno a esta gestión son todavía muy prematuras.

Decir que este sexenio será un desastre o una gran gestión no tiene la solidez requerida, lo que sí podemos decir, es que López Obrador en algunos asuntos sí está generando cambios importantes frente a los gobiernos anteriores.

Profesor investigador del ITESO

@JorgeRochaQ

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