CON CHANFLE/Raúl de la Cruz
En la semana platiqué con un amigo ex futbolista, ahora exitoso empresario, sobre los diversos problemas que enfrenta un jugador después del retiro.
Entender la lógica de los ex jugadores una vez jubilados no es tarea sencilla. Por lo general les asalta la depresión, abandono y rabia. Son los principales síntomas que sufren.
Muchos de ellos encuentran “consuelo” en las drogas, pero generalmente en el alcoholismo.
Qué hacer le pregunté a mi amigo. La solución es el sindicato pero lo veo imposible por el nivel de educación que existe en el gremio.
El futbolista vive del momento, del dispendio, de compras desorbitadas, no advierte el futuro. En una ocasión un jugador de tu equipo en Brasil compró unos zapatos de $60 mil pesos de aquel entonces.
Otro, para vengarse de la directiva porque no le dio automóvil, cobró su cheque se fue a la permisionaria y se compró tres autos de último modelo.
Es el nivel de cultura. Hay que asesorarse con profesionales en todos los aspectos y los jugadores a rendir lo mejor posible. Hace falta un organismo que proteja al jugador de todas las tentaciones y me dio dos ejemplos actuales.
El caso del “Cabrito” Arellano y del “Churros” Román. La Procuraduría General de Justicia en Nuevo León inició una investigación en contra del exjugador del Monterrey, Jesús “El Cabrito” Arellano, quien fue acusado de violación.
El caso se ha llevado con gran hermetismo, sin embargo, logró saberse que quien lo acusa es su propia sobrina. La jovencita tiene 19 años y acudió a interponer la denuncia acompañada de sus padres.
Arellano habría salido, supuestamente, de Monterrey tras la acusación y anda huyendo de la justicia. El “Cabrito” se retiró de la actividad futbolística, el 16 de julio del 2011.
Arellano tuvo una brillante carrera con los Rayados, equipo en el que debutó a los 20 años. También jugó en las Chivas y fue mundialista en Francia 1998, Corea- Japón 2002 y Alemania 2006.
Recoge basura.- El ex jugador Daniel “Churro” Román, conocido por su gran golpeo de balón, fue campeón en 2003 con los Rayados de Monterrey, equipo donde anotó un par de goles y fue pieza regular en el fútbol mexicano.
Después llegó a Veracruz, donde se mantuvo un par de temporadas y también metió algunos goles, sobre todo de tiro libre.
Ya retirado del fútbol profesional, ocupa su día en el digno oficio de la recolección de basura, mientras que en las tardes también se dedica a entrenar a una filial del equipo Tigres en la ciudad de Boca del Río.
Como esos dos, hay bastantes.
