Sin derecho a fallar

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Inicia, sin duda, la que es la administración más esperanzadora de los últimos 50 años en México, vamos, ni Fox en su momento generó tanta expectación ni contó con el respaldo social que hoy Andrés Manuel López Obrador tiene. Ahora viene lo bueno…  A gobernar y cumplir.

No será fácil, si revisamos sus palabras en el discurso de toma de posesión como presidente de México, se compromete a una “cuarta transformación” donde pretende “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida”, en un país “donde  la política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país,” y que según AMLO, “Haremos a un lado la hipocresía neoliberal. El Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del gobierno. No se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres.”

En palabras del hoy mandatario, “El combate a la corrupción y la austeridad nos permitirá liberar suficientes fondos, más de lo que imaginamos, mucho más, para impulsar el desarrollo de México. Con esta fórmula sencilla de acabar con la corrupción y de llevar a la práctica la austeridad republicana, no habrá necesidad de incrementar impuestos en términos reales, y ese es un compromiso que estoy haciendo, ni aumentarán los precios de los combustibles más allá de la inflación.”

Con los resultados de esto, pretende establecer acciones que me parecen, sin incrementar impuestos ni haciendo ajustes al gasto público, muy difíciles de lograr:

“El programa de atención médica y medicamentos gratuitos en las zonas marginadas del país y se volverá universal en todo el país (…), a la mitad del sexenio”.

“2 millones 300 mil jóvenes serán contratados para trabajar como aprendices en talleres, empresas, comercios y diversas labores productivas o sociales, y se les pagará un salario mientras se van capacitando de 3 mil 600 pesos mensuales.”

Asimismo, otorgar 10 millones de Becas y crear 100 universidades, otorgar el doble de pensión a tercera edad y a un millón de discapacitados, entre otras más, será imposible de cumplir tan solo con el combate a la corrupción, que estimaciones promedio la ubican en  900 mil millones de pesos aproximadamente, lo que no ocurrirá de la noche a la mañana y que ante el desdén que ha hecho AMLO de las instituciones “fifís” de transparencia y combate a la corrupción se ve harto difícil que pueda ocurrir.

A esperar y de su boca: “No tengo derecho a fallarles”.

 

 

 

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