A LAS COSAS POR SU NOMBRE/Francisco García Pimentel
El día de ayer la organización A Favor de lo Mejor presentó ante medios, empresas, organizaciones y líderes la campaña “Por ti, México”, que busca cambiar la narrativa en torno a nuestro país.
La narrativa es la manera en que hablamos de nuestro país; de nosotros mismos. Los adjetivos que le montamos; las imágenes que relacionamos. Es cómo lo pintamos en campañas, películas, telenovelas y programas. Sobre todo: cómo hablamos de él en conversaciones entre nosotros y con extranjeros.
Hay una narrativa: la del México agachón y corrupto, violento y pobre; vulgar y grosero; mal hecho, tranza y desunido. Es la narrativa que vemos en las películas de Hollywood y en muchas de nuestras propias producciones. Por supuesto, lleva parte de verdad; pero la narrativa lo amplifica y normaliza. Convierte realidad parcial en destino manifiesto. Es la narrativa que dice “pos ni modo… así es México”.
La otra narrativa es la del México creativo, trabajador, divertido y familiar; unido, cómico y ocurrente; colorido y exquisito, artístico, ingenioso; el México que tira para adelante siempre, el que siempre abre los brazos; el México que supera crisis, trabaja en el presente y tiene la vista bien puesta en el futuro. Es la narrativa de “¡sí, señor, esto es México!”.
Los países con una narrativa positiva (los países que conectas en automático con valores positivos) hacen de esa narrativa su piedra de unidad. Saben que, aunque vengan crisis o malos ratos, siempre volverán a ser lo que son: países prósperos. En estos países, el mal es pasajero y el bien es permanente.
La narrativa positiva, la que habla bien de México, tiene un poder mucho mayor del que pensamos. No consiste en engañarnos, sino en tomar la pluma para escribir las páginas del mejor libro posible: el nuestro.
En su página www.portimexico.mx, la campaña plantea un decálogo para el cambio de narrativa, que aquí comparto y firmo.
Si vienen tiempos difíciles ¿podremos encontrar el carácter para hablar mucho de lo bueno, a pesar de lo malo? De la narrativa saldrán las fuerzas para luchar por todo aquello que hay que cambiar. Tenemos que estar enamorados de México para poder luchar por él. De otra manera, lo dejaremos escapar entre nuestros dedos.
El decálogo:
1.- Piensa siempre el valor de la palabra, que el mundo existe conforme lo nombramos. Lo que dices de México y su gente, es lo que nos define.
2.- Mírate a ti mismo, mirémonos como el elemento creador de una nueva cultura, México eres tú.
3.- La dignidad y lo constructivo, como el punto de partida de tus propuestas, de tus acciones, de tus palabras.
4.- No te resignes no aceptes ni fomentes lo que está mal, lo ilegal, lo violento, lo amarillista, por el contrario, busca como puedes cambiarlo.
5.- Celebra y celebra bien, como buen mexicano, los logros del que tienes a un lado, de otros mexicanos, tus propios logros, la excelencia, la virtud y la disposición al cambio.
6.- Observa detenidamente el ingenio y la creatividad que hay en los mexicanos, y piensa ¿Cómo puedo fomentarlo? O incluso ¿Cómo lo llevo más lejos?
7.- Siéntete muy orgulloso de ser parte de un país diverso, colorido, alegre y hospitalario, no es fácil reunir tantos atributos en un solo lugar…
8.- La evolución y la transformación, son la esencia de este país, de este México, asúmelo y desde este lugar construye lo mejor, para los que vienen.
9.- Arriésgate a soñar México, a pensar México como un nuevo país donde nos enorgullecemos unos de otros, que amamos las diferencias que terminan por hacer una unidad.
10.- Nadie hará las cosas por México, sino tú. Tu voz es la de México, será su futuro, y será una nueva historia, está en tus manos y de nadie más escribir el capítulo que te toca.
