A Carlos Fuentes no le gustaba la quietud, entendiéndose ésta desde el oficio literario. El autor de libros tan emblemáticos para la historia contemporánea de México, como La muerte de Artemio Cruz y La silla del águila, visualizó la escritura como un vehículo de transformación para la vida democrática de este país, una manera de efectuar una crítica profunda frente a los excesos de poder.
La actitud ante la realidad política del país en el que le tocó vivir y su comportamiento fueron el pretexto para que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en su edición 32, recordar la obra y vida del autor de La región más transparente, en un homenaje que llevó el nombre de “La vigencia del pensamiento político de Carlos Fuentes”, diálogo que no dejó de lado las anécdotas más íntimas que fueron relatadas por Silvia Lemus, quien fue compañera del escritor. “Los viajes globalizaron a Carlos Fuentes desde pequeño”, dijo Lemus, además de indicar que este catalizador temprano influyó de forma determinante en la percepción y la capacidad literaria de esta figura, quien no dejó nunca de mirar hacia la política.
Por su parte, el escritor y periodista Sergio Ramírez se refirió a Carlos Fuentes como “un animal político” por naturaleza. Recordó que aunque Fuentes entendió de manera integral las distintas problemáticas de Latinoamérica, no abandonó esa percepción por los cambios en el mundo, una forma de entender los contextos que tiene como referente inmediato su trabajo como autor.
“Hay dos clases de escritores: los que escriben y se callan, y los que escriben y se incorporan a la vida política. Fuentes pertenece a estos últimos”, señaló Sergio Ramírez, quien asoció la visión de Carlos Fuentes con el francés Voltaire. Añadió que es imprescindible leer trabajos tan reveladores como La región más transparente.
El homenaje, en el que también participaron Federico Reyes Heroles, Juan Cruz y Héctor Aguilar Camín, tuvo como propósito recordar la memoria del escritor, pero también hizo énfasis en la importancia de efectuar una relectura de las distintas novelas y ensayos de Carlos Fuentes, un legado que, mencionaron, continúa vigente en el panorama de Latinoamérica.
Antes, Raúl Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, mencionó la pertinencia de seguir estudiando a este personaje, que también fue considerado por los participantes como una celebridad, alguien que tuvo la oportunidad de adentrarse en la vida de México desde distintos horizontes. “Carlos Fuentes fue un impulsor incansable de escritores mexicanos, además de un embajador de la cultura de este país”, concluyó.
