La Banca voraz

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CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

México es una nación donde las malas prácticas de los poderosos difícilmente son castigadas. Un paraíso de la impunidad donde a costa del pueblo se han amasado cuantiosas fortunas y un caso que así lo refleja es el gran negocio de la banca.

¿Recuerdan que los ciudadanos salvamos con nuestros impuestos a la banca en 1994 por el “error de diciembre”?  Más de 2 billones 88 mil 947 millones 742 mil 271 pesos, según los pagos realizados por el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario de 2000 a 2016, nos ha costado sacar a flote al sistema bancario.

En aquel entonces créditos malos y fraudulentos entraron al mismo costal de salvamento. Un robo en despoblado que a la fecha no tiene responsables ni presos.

En la actualidad la banca, extranjera en su mayoría, sigue gozando en México de las ganancias más altas de todo el planeta. Durante 2017 se embolsaron 135 mil 735 millones de pesos, cantidad que superó en 28.8 por ciento a las que generaron en 2016 y en el primer trimestre de 2018 37 mil 834 millones de pesos, superior en 7 por ciento al mismo periodo del 2017. Entendible, ya que en nuestro país las comisiones que cobran son 100 por ciento superiores, y en algunos casos hasta más, de lo que en sus países de origen.

¿Por qué? Uno de los factores de lo caro del crédito es el riesgo de recuperación, en un país con nula educación financiera, la banca se aprovecha para hacer su agosto. El dar tarjetas de crédito a diestra y siniestra es un negocio muy lucrativo, así como los créditos automotrices y de vivienda.

Sin embargo, ante el círculo vicioso que los mismos banqueros han propiciado, de prestar a quien tarde o temprano tendrá problemas para pagar, el gobierno no ha hecho nada para regular esta práctica abusiva. Las altas comisiones e intereses no reflejan la calidad de los servicios bancarios, de los que estamos obligados a hacer uso por las disposiciones de hacienda, ni están diseñados para el mexicano promedio, ni motivan e incentivan el ahorro, al pagar un interés ínfimo.

Así pues, celebro que, aunque no se vaya a hacer realidad la baja de comisiones, se haya llamado la atención de un tema que nos ha perjudicado el bolsillo vorazmente ante la complicidad del gobierno con los banqueros, sin que se castiguen estas malas prácticas, como siempre.

Politólogo, Profesor universitario y miembro del Claustro Académico del ITEI

@aagsevilla

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