Reflexiones sobre el Congreso Local

Jorge-Rocha2PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha Quintero

En días pasados tuvimos tres hechos alrededor de la próxima legislatura del estado de Jalisco (2018-2021) que volvieron a poner sobre la mesa la discusión en torno al problema de la sobre y la sub representación de los partidos políticos en el Congreso, sobre la naturaleza de las diputaciones plurinominales y al respecto del desempeño de los legisladores.

El primer hecho fue que el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco reasignó un diputado plurinominal más al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en detrimento del Partido Acción Nacional (PAN), el beneficiado de este proceso fue Manuel Alfaro Lozano (muy cercano al actual gobernador de Jalisco) y el perjudicado fue Hernán Cortés Berumen que acaba de terminar su labor como diputado federal. Esto implicó que el PRI, hasta ese momento, tuviera cinco diputados en lugar de cuatro; y que el PAN pasara de ocho a siete diputados locales.

El segundo hecho es que el diputado electo por la vía plurinominal, Héctor Pizano, que fue presidente estatal del PRI, número dos en la lista de tricolor en las plurinominales y funcionario público de alto nivel en la gestión de Aristóteles Sandoval (Secretario del Trabajo), anunció su salida de la próxima bancada del PRI, para pasarse a la fracción de Movimiento Ciudadano (MC). Este traslado implicó de momento que el PRI se volvió a quedar con cuatro diputados y el partido naranja pasaría de 14 a 15 legisladores.

Este asunto provocó una enorme indignación en los militantes del PRI y exigen que Pizano regrese la curul, ya que su elección no fue de manera directa, sino que la obtuvo por los votos al partido político. A esta situación algunos le empiezan a llamar que fue un fraude a la ley. Habrá que esperar en qué termina este conflicto.

El tercer capítulo de esta novela acaba de pasar ya que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resolvió de forma distinta las impugnaciones al Tribunal del estado y ahora el PAN no sólo recuperó la curul perdida, sino que gana una más. MORENA pierde un legislador, y el PRI vuelva a tener cuatro diputados locales, que en realidad se convertirían en tres si es que Pizano conserva su cargo.

Luego de estas resoluciones, la conformación del Congreso Local sería la siguiente: MC con 15 legisladores, el PAN con nueve, MORENA con siete, el PRI con tres, PRD con dos, Partido Verde uno; y PT un diputado.

Más allá de los casos particulares, me parece muy pertinente hacer una reflexión en torno a las necesarias modificaciones a la ley para evitar este tipo de situaciones, que, desde mi particular punto de vista, vulneran a una adecuada representación política.

En primer lugar, el proceso de asignación de diputados de representación proporcional (plurinominales) tendría que simplificarse, ser menos rebuscado y atender mejor el sentido del voto del electorado para mejorar la representación. Esta forma de hacerlo tiende a la judicialización de las asignaciones y provoca que el “costo electoral” de una diputación plurinominal sea diferente para cada partido político.

En segundo lugar, las diputaciones plurinominales tendrían que ser de los partidos políticos y no de los candidatos, ya que están se obtienen por el voto a los institutos políticos; a menos que, por fin logremos tener listas abiertas de plurinominales, es decir, donde las personas voten directamente por los candidatos propuestos y los beneficiados no sean los personajes definidos previamente por los partidos políticos.

El tercer aspecto es que las alianzas electorales deberían tener regulaciones más estrictas, ya que ahora existe un incentivo perverso para construirlas en función de obtener el registro electoral de partidos con poca convocatoria. Si un partido requiere del 3% de la votación válida para contar con un diputado de representación proporcional, si existe una alianza electoral este porcentaje debería incrementarse al doble y con ello evitar que las alianzas sean utilizadas sólo para ese propósito.

Finalmente, hoy por hoy, no existe un mecanismo de rendición de cuentas que nos ayude a evaluar de forma debida y con sanciones de por medio el desempeño legislativo.

Se han creado iniciativas muy sólidas como el Observatorio Legislativo del ITESO que nos ayuda a hacer estas ponderaciones, sin embargo, estos cuestionamientos no tienen impacto en términos legales. Por esta razón es fundamental generar mecanismos claros de rendición de cuentas para los diputados locales, por medio de los cuáles los ciudadanos podamos exigirles más trabajo y de mejor calidad. Esperemos que, dentro de la agenda de refundación propuesta por Enrique Alfaro, este sea uno de los aspectos a considerar.

Profesor investigador del ITESO

@JorgeRochaQ

Deja una respuesta

Tu email nunca se publicará.