Sindicatos y sistema de justicia

Jorge-Rocha2PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha

Los dos eventos políticos que marcaron la agenda nacional en los últimos días fue la liberación de la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo y la entrega de la constancia de presidente electo a Andrés Manuel López Obrador.

Más allá de las especulaciones que intentan mostrar que ambos eventos están ligados, la excarcelación de la otrora mandamás del SNTE amerita reflexiones de mayor profundidad y calado, fuera de la fantasía política.

En torno a este asunto, que causó mucho revuelo e indignación en algunos sectores por considerar que había razones suficientes para mantener en arraigo a Elba Esther Gordillo, hay tres aspectos que conviene resaltar y reflexionar: en primer lugar, en el caso de la maestra Gordillo es evidente el uso de la llamada justicia selectiva, es decir, a pesar de que son varios los lideres sindicales sobre los cuales hay sospechas de actos de corrupción y excesos muy similares a la ex –lideresa del Sindicato de Maestros, el gobierno de Peña Nieto sólo se dedicó a perseguir a Elba Esther Gordillo y el motivo que parece originar este asunto es la necesidad de control político del Presidente sobre el Sindicato más grande del país, que en sexenios anteriores se dedicó a negociar por su cuenta con los presidentes panistas.

Es decir, no son los posibles delitos cometidos los que mueven a la justicia mexicana, más bien son las necesidades o incomodidades políticas que se generar al poder político en turno.

En segundo lugar, nuevamente la Procuraduría General de la República (PGR) fue incapaz de armar un expediente sólido jurídicamente y por lo tanto el Poder Judicial dictamino que no había pruebas suficientes contra la ex lideresa magisterial.

Es decir, otra vez, como en otros casos paradigmáticos (Ayotzinapa por ejemplo), las capacidades de investigación de la PGR quedaron en entredicho y muestran de nueva cuenta que el sistema de justicia mexicano está colapsado y es incapaz de procesar de forma debida asuntos de esta envergadura.

El tercer asunto es que los sindicatos en México, más que defender los derechos de los trabajadores, asunto muy loable y necesario en una democracia, más bien se dedican a hacer negociaciones políticas frente a mejor postor. Nuevamente surge el debate en torno a la libertad sindical, al cobro cuasi-obligatorio de las cuotas sindicales, a la renovación de las reglas internas de los sindicatos, a la necesaria democratización interna de los mismos y a dejar de reproducir las prácticas clientelares que se desarrollan sistemáticamente en su interior.

El gran problema es que estructuralmente muchos sindicatos en México reproducen y conformar a este tipo de líderes sindicales a la que todo mundo señala y critica, pero que la clase política tolera porque le resultan rentables electoralmente.

Es muy probable que la Maestra Elba Esther tenga una última aparición pública, donde señale que fue víctima de persecución política por parte del presidente saliente, seguramente reactivará sus redes dentro del SNTE, no para volver a controlarlo, pero sí para asegurarse un retiro decoroso y seguro de la vida política nacional.

Profesor investigador del ITESO

@JorgeRochaQ

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