Del abuso, a la incomprensión institucional

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PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

El pasado sábado, las ocho columnas de Milenio Jalisco reportaban: “Alista la U de G un protocolo Vs hostigamiento”.

Un día antes, la Universidad de Guadalajara (UdeG) convocó a rueda de prensa para dar a conocer las medidas adoptadas ante los casos de hostigamiento sexual en varias escuelas, de diversos niveles de estudio.

Las máximas autoridades universitarias anunciaron, a manera de respuesta, un Código de Conducta, un protocolo de denuncia, un Reglamento de Responsabilidades y la activación de una línea de denuncia.

Con lo que no se comprometieron fue, justo, con la separación (temporal o definitiva) de los señalados para realizar una investigación imparcial.

Presentes estuvieron el Sr. Rector General, la Sra. Vicerrectora, el Sr. Secretario General, y el Sr. Abogado General. Resultó especialmente irónico que la única autoridad que no hizo uso de la voz en la rueda de prensa, fue justo la única mujer ahí presente: la vicerrectora –la primera en ocupar ese cargo–.

Especialmente irónico, por tratarse de mujeres universitarias que se quejan de presuntos abusos. De este anuncio se esperaba entendimiento a la compleja circunstancia de las presuntas víctimas. Que la institución se colocara a la delantera en un tema socialmente sensible.

Que la Máxima Casa de Estudios de Jalisco buscara el acercamiento con las denunciantes, por la vía de atender y entender la enorme carga que lleva una mujer que se ve en la necesidad de denunciar en público que fue víctima de una circunstancia de acoso sexual.

Contrario a lo anterior, se dejó en duda a las quejosas: “¿Por qué hasta dos tres años después se animan a hacer una denuncia, esa es una pregunta no?

Y muchas veces encontramos, que hay cuestiones también de otro carácter, de otro tipo de interés cuando hay una acusación en estos casos.”

Mientras que el Rector General, en numerosas ocasiones hizo énfasis en la cultura de la denuncia para poder actuar, en los hechos, con estos comentarios del Abogado General, se desalentaba abiertamente esta práctica.

Román Ortega, de Meganoticias, cuestionó: “¿Cuál va a ser la acción que va a emprender la UdeG, ¿se va a investigar, se van a abrir denuncias, van a abrir investigaciones?

El funcionario respondió: “La Universidad de Guadalajara, lo que está haciendo es llevar un procedimiento administrativo. La responsabilidad penal, según he visto en medios, ya presentaron las ofendidas la denuncia correspondiente.”

Bajo esa perspectiva, pareciera que con el “procedimiento administrativo” anunciado se ha respondido a las quejas. Nada más lejano a la realidad…

No se trata de un caso aislado, ni algo que sólo ocurra en la Universidad de Guadalajara. Para iniciar con el pié derecho se requiere, en principio, la participación activa –y legítima- de las mujeres universitarias.

Director General del SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresE

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