Necesitamos un diálogo social por la paz

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PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha

La crisis de seguridad en Jalisco está llegando a niveles insospechados, hace tres años, el primero de mayo de 2015, se realizaron los últimos narcobloqueos en la entidad, que fueron los mayores en cantidad, se dieron no sólo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sino en otras regiones de Jalisco, sobre todo en el Sur de la entidad, y donde hubo incendios de bancos y gasolineras (en Zapotlán El Grande).

En aquel momento no hubo víctimas civiles y trascendió que estas acciones fueron realizadas por el grupo delicuencial que está presente en el estado, para huir de los territorios donde eran buscados.

En el caso de los sucesos del pasado lunes 21 de mayo, hay dos hechos que llaman la atención y por los cuales considero que la violencia está escalando de forma muy preocupante: el primero es que nuevamente se atenta contra la vida un funcionario público de alto nivel en Jalisco (el primero fue hacia Jesús Gallegos, quien fue nombrado como Secretario de Turismo de Aristóteles Sandoval, y que lamentablemente fue asesinado), y ahora este operativo dirigido hacia Luis Carlos Nájera Gutiérrez, actual Secretario del Trabajo y quien fuera Fiscal de este gobierno y Secretario de Seguridad de la anterior Administración Estatal, que afortunadamente salió con vida de este atentado. Esto habla de que cualquier persona está expuesta a este tipo de violencia.

En segundo lugar, los eventos del lunes 21 de mayo, sí tuvieron impacto sobre la población civil, ya que hubo heridos y tuvimos el condenable deceso de un bebé de apenas ocho meses, que por las quemaduras que sufrió después del incendio de un camión del transporte público, perdió la vida. Es decir, en esta ocasión se atentó contra la vida de un alto funcionario público y tuvimos víctimas civiles.

Estos hechos nos recuerdan una vez más que desde hace más de ocho años la violencia en el estado de Jalisco está presente, que aumenta en su intensidad, en sus efectos y en los daños que provoca. Es una violencia que nos coloca entre las entidades con mayor cantidad de personas desaparecidas y nos muestra que hay territorios con una gran debilidad institucional para enfrentar este tipo de problemas.

Es cierto que se han implementado algunas estrategias como crear una “súper Fiscalía”, una agencia metropolitana, el mejoramiento de las condiciones laborales de las policías municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, entre otras, pero resulta claro que todo esto no ha funcionado, que necesitamos poner todo sobre la mesa y re-pensar el modelo de seguridad, procuración y administración de la justicia desde cero y con una perspectiva verdaderamente integral e interdisciplinar.

Quizá el primer paso es que los candidatos a puestos de elección popular en la entidad se comprometan a despolitizar este tema, y que todos convoquen a un diálogo social y plural por la Paz en Jalisco, donde desde todas las miradas, desde todas las visiones y con la presencia de todos los actores sociales de Jalisco (no sólo las élites que viven en la metrópoli), se construya un proyecto colectivo de seguridad para el estado; y que los ganadores de la contienda electoral, se obliguen a cumplir los objetivos y estrategias trazadas en ese espacio. Me parece que esto sería mucho más útil y benéfico, que orientar sus esfuerzos a difundir spots que a nadie le interesan, promover jingles que no sirven para nada o poner calcas en los autos que sólo funcionan como adorno temporal.

Profesor investigador del ITESO

@JorgeRochaQ

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