Se lo cargó el payaso

Rulas2CON CHANFLE/Raúl de la Cruz

Había tratado de mantenerme al margen del Globo Álvarez pero la insistencia de mis lectores me obligan a expresarme, sobre todo ahora que se dieron a conocer los resultados de una segunda prueba y primordialmente por las declaraciones del titular de la Comisión de Las Vegas de Boxeo de Nevada Bob Bennet.

“La utilización, ingesta o consumo de clembuterol por Alvarez, intencional o no, constituye una violación antidopaje” quien solicita se suspenda al Globo hasta un año y que pague los gastos de investigación y abogados”.

No obstante, que es el clembuterol,  es un fármaco con efectos anabolizantes, utilizado comúmente para aumentar el tejido magro y la masa muscular; por ende, el afectado puede adquirir dosis ínfimas de clembuterol a través del consumo de carne y no premeditadamente.

Otro uso es el tratamiento de enfermedades respiratorias, tales como el asma, por su efecto broncodilatador. La Agencia Mundial Anti-dopaje la tiene incluida en la lista de sustancias prohibidas para cualquier competidor profesional en el orbe.

En el boxeo y en el deporte en general está considerado como un agente dopante, debido a su capacidad para aumentar la masa muscular. Lo que el peleador quiere es mantenerse en el peso para poder pelear. Bennet precisa de una profunda investigación, lo que implica más gastos, para determinar con precisión cuando, donde, y sobre todo, en que tiempo utilizó dicha sustancia.

Lo que pensé se trataba de una estrategia publicitaria, el asunto es bastante serio porque estamos hablando del “mejor peleador de México”, según las palabras del Canelo, que resultó positivo en dos exámenes antidopaje.

Todo ello me hizo reflexionar unas declaraciones de Julio César Chávez antes de la pelea contra el Junior: “en ese equipo el que manda es el Canelo”. Por qué refiero a las palabras de JC. Porque efectivamente así sucede. Quienes lo acompañan en su esquina son unos improvisados que no han sabido integrar un equipo multidisciplinario para la atención del peleador.

Un boxeador de tal naturaleza precisa de un buen administrador –  contador fiscal, un cuerpo de abogados, especialistas en ciencias de la salud, primordialmente un nutriólogo porque siempre ha tenido problemas de peso por su constitución física, además de broncas de personalidad. Este muchacho se desequilibró mentalmente desde que comenzó a ganar dinero.

Hay que hurgar en su pasado, en su infancia y adolescencia para tratar sus problemas del inconsciente. Tiene bastantes causas reprimidas que son necesarias traerlas a la conciencia. Pero bueno, ese será un asunto de analistas del comportamiento.

Menudo es el problema y dudo mucho lo puedan resolver con las personas que lo representan y que lo acompañan. Habrá que esperar la respuesta del equipo de GGG, la empresa televisora titular de los derechos.

Secretario de comunicación del STAUdG

@rulasdelacruz

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