¿A dónde van los desaparecidos?

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TRIBUNA/César Iñiguez

Esta es una pregunta muy complicada de poder responder, pero con recupero a lo ocurrido en los últimos años se tienen algunas pistas.

En Jalisco, hay cerca de tres mil desaparecidos, y casi el 40 por ciento de ellos son menores de 25 años; cifra que ha ido en aumento en el último sexenio.

Hoy por hoy, en Jalisco somos el deshonroso tercer lugar en desaparición de personas, donde ni la autoridad, ni las corporaciones de seguridad saben dónde en dónde están, y peor aún, si viven o mueren.

Pero veamos, ¿cuáles son los supuestos de las desapariciones?

Hay varias hipótesis, la primera, son las desapariciones forzadas que corren por cuenta de la fuerza del estado, llámese policías, ejército, marina o cualquier corporación del orden público.

Son aquellas desapariciones que comete el estado, violando la ley y los derechos humanos, y quienes aprovechándose de la fuerza pública desaparecen personas; como ha ocurrido en nuestro país, en mayor o menor medida desde los tiempos de la dictadura priísta y en varias partes del mundo, principalmente de América Latina, en épocas de guerras civiles.

Otro caso a resaltar, son los grupos criminales que controlan un territorio, y que desaparecen personas; lo realmente descompuesto que agrava las cosas es, cuando estos grupos criminales están en complicidad con el gobierno y sus corporaciones de seguridad; en una alternativa que deja al ciudadano sin opción.

Así ocurrió en Iguala Guerrero con los estudiantes de Ayotzinapa y recientemente en nuestro estado, en en municipio de Tecalitlán, con la desaparición de tres italianos, que se comprobó, fueron desaparecidos por los policías municipales quienes los entregaron al crimen organizado.

Además de los casos anteriores, hay otros grupos importante de víctimas, las mujeres, en su mayoría jóvenes, que son privadas de su libertad y esclavizadas sexualmente en la trata de personas, y también, otro grupo en el que se encuentran hombres, también en su mayoría jóvenes, quienes son obligados a trabajar para el crimen organizado.

Todos estos casos revelan la descomposición del estado mexicano, en su conjunto; evidencia que los gobiernos municipales, estatales y el federal, son incapaces de brindar seguridad a su gente.

Es inconcebible que lejos de combatir a los criminales que desaparecen personas, el propio estado, en muchas ocasiones esté coludido con ellos en perjuicio de los propios ciudadanos, a quiénes se supone, debieran de cuidar.

Las desapariciones son un gran problema de seguridad pública, y reclama acciones contundentes de parte de las autoridades, quienes deben atender con suma prioridad y compromiso este gran problema.

Los desaparecidos son un síntoma de descomposición y el sufrimiento de ellos y el de sus familias quienes nunca terminan de buscarlos.

Hoy, que se acercan las elecciones, veamos quiénes han sido incapaces y cómplices para poder resolver el básico derecho de brindar seguridad a la población.

Asesor del PAN en el Congreso de Jalisco

@CesarIniguez

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