El Nepotismo de Andrés Manuel

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TRIBUNA/César Iñiguez

Es muy común que en la iniciativa privada, los empresarios o dueños de negocios vayan impulsando a sus hijos en el aprendizaje de su oficio, enseñándoles las maneras, los detalles y secretos que hacen andar la empresa familiar.

Es común, que mientras el hijo estudia y se prepara, en sus tiempos libres y de manera ocasional vaya al negocio familiar a colaborar y empaparse del trabajo, y una vez que egresó, se preparó, alcanzó la edad y madurez se incorpore cada vez más, hasta poco a poco hacerse cargo del negocio o empresa.

Esa es la historia de muchos negocios familiares y empresas pequeñas, medianas y grandes en nuestro país.

Así, luego de participar infructuosamente en las elecciones del 2006 y 2012, Andrés Manuel López Obrador involucró en su proyecto personal a sus tres hijos mayores.

Así José Ramón, de 36 años, Andrés Manuel “Andy”, de 31 y Gonzalo de 25, todos de apellidos López Beltrán, se dedican de tiempo completo a la “empresa” de su padre, llamado Partido Morena, y en donde tienen un papel inmensamente protagónico en la vida pública del partido político.

José Ramón, el mayor, es el encargado de Morena en el Estado de México, Andrés Manuel “Andy”, que según el periodista Raymundo Riva Palacio, es el de los mayores afectos de su padre, funge como el encargado de la Ciudad de México; tanto que la presidenta nacional Yeidckol Polevnsky y la candidata esa demarcación como gobernadora Claudia Sheinbaum, todo consultan y triangulan con él.

Gonzalo, el menor de los tres, es el encargado de Morena en Tlaxcala y recientemente fue nombrado como coordinador general de estructuras y ejército electoral a nivel nacional.

Todo pareciera normal, si se tratara de una empresa que funciona con dinero privado y la estructura fuera impuesta a base de la consanguinidad, por razones obvias de que se juega el capital familiar.

Pero el pequeño gran detalle es que se trata de un partido político que funciona con dinero público, que debiera por fuerza y según la ley, tener una composición democrática; mientras que el ejercicio y funcionamiento del partido se asemeja al de cualquier país árabe de sistema monárquico, en el que el jeque posiciona en el Gobierno y hereda el poder a sus hijos a placer.

Además de lo antes descrito y señalado en diversas columnas, de la manera autoritaria y tiránica en la que se conduce y se observa en Andrés Manuel López Obrador, se suma ahora, el comportamiento monárquico en el que conduce su partido político.

Una raya más al tigre.

Asesor en la bancada del PAN en el Congreso de Jalisco

@CesarIniguezG

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