TRIBUNA/César Iñiguez
Inició el año y con él diversas encuestas que apuntan a que la elección presidencial se resolverá bajo una elección de tercios, entre Morena, el Frente y el PRI.
De entre las encuestas publicadas hasta este momento por diversos medios y casas consultoras resalto una publicada por Mitofsky, a finales del mes de diciembre del 2017.
En ella señala que Andrés Manuel López Obrador encabeza las preferencias con un 23 por ciento, seguido de cerca por Ricardo Anaya con el 20 por ciento y en tercer lugar José Antonio Meade, con 19 por ciento.
En una conclusión luego del análisis de la encuesta, Mitofsky señala que López Obrador percibe un decremento en las preferencias, el Frente se mantiene estable y el PRI tiene un ligero incremento, lo que supone que al candidato de Morena comienza a cobrarle la factura el posicionamiento político de años y lo que hace percibir que en las últimas elecciones tuvo un tope de crecimiento.
En cuanto al Frente, señala que su estabilidad se presenta por el impulso de tres partidos políticos y por la definición reciente de su candidato Ricardo Anaya.
Con lo que respecta al candidato del PRI le favorece su poco conocimiento y el esfuerzo mediático que han realizado para posicionarlo, aunque el desgaste de la marca, juega un papel fundamental y su crecimiento ha sido menor en proporción a gran posicionamiento que se le ha realizado.
Finalmente, en la encuesta, viene un dato muy interesante, el nivel de rechazo de los partidos medido en porcentajes.
El PRI, encabeza la lista con un nivel de rechazo del 57.4 por ciento, seguido del PAN con un 49, luego el Partido Verde con 39.6, le sigue Nueva Alianza con 38.4, continúa Morena con 37.5, después el PT con 36.7, luego Encuentro Social con 35.7, posteriormente el MC 35, le sigue el PRD con 34.1 y finalmente los independientes con 31 por ciento.
Es decir, entre el PRI, partido con mayor rechazo, y el PAN Segundo, hay más de 18 puntos porcentuales de diferencia; a partir de ahí, las distancias son de décimas de punto, un punto o dos cuando mucho, entre los diferentes partidos.
La alianza que encabeza el PRI tiene al primero, tercero y cuarto partidos con mayor nivel de rechazo; la alianza del PAN tiene a los partidos segundo, octavo y noveno más rechazados y; Morena, tiene a los partidos quinto, sexto y séptimo con mayor nivel de repudio.
En cuando a personajes, el que tiene mayor nivel de rechazo es Andrés Manuel López Obrador, con un 69 por ciento.
La configuración y estrategia electoral que juega el PRI es potencializar a su candidato y esconder su marca mayormente devaluada; el PAN tendrá que apostar por su candidato y fortalecer el concepto de la alianza, mientras que Morena, en un ejercicio complejo, deberá buscar mantener la delantera a cómo dé lugar.
Parece que Andrés Manuel López Obrador jugará por tercera ocasión como finalista, con un escenario sombrío y a la baja con aquél candidato que logre posicionarse como su principal opción opositora, y con ese jugará en una final de fotografía.
Que las probabilidades estadísticas señalan que será Ricardo Anaya, por su potencial opción de crecimiento y su mínimo nivel de rechazo, comparando partidos y personajes.
