CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla
Así, como título de la película mexicana durante muchos años censurada y que aborda el tema de la masacre de Tlatelolco de 1968 inicia este año nuevo 2018 con la escalofriante cifra de ochenta asesinatos cometidos en este fin de semana.
Ojalá no sea el indicio de que estos próximos doce meses resulten más violentos que los vividos en 2017.
A unos cuantos meses de que finalice la administración de Peña Nieto (que bien puede ser titulado como «El sexenio que vivimos en peligro») podemos afirmar que la seguridad será la gran deuda inconclusa y que la recién aprobada ley de seguridad interior demuestra tan solo el fracaso, la inteligencia y la falta de voluntad para rehacer el modelo de seguridad pública inmerso en una crisis de corrupción y filtración del crimen organizado.
Por otra parte, en los estados tampoco se han dado resultados halagadores ante la delincuencia y ni decir en los municipios y los criminales se dan gusto asaltando hasta en los lugares más inverosímiles, como ocurrió la semana pasada ¡en plena misa en una iglesia de Guadalajara! Lo que pone de manifiesto que a los amantes de lo ajeno ya nada les asusta.
No hay que esperar grandes cambios en los modelos de seguridad, pero sí una oleada impresionante de spots en todos los medios de comunicación ante el arranque de precampañas de cara a la elección de julio, con un gasto ofensivo que hiciera creer que en nuestro país no existe crisis alguna y que los partidos políticos pueden derrochar dinero público porque nuestra democracia funciona bien.
Lamentable su falta de conciencia, pero más el compromiso por mejorar las cosas más allá de las huecas y vanas promesas que vamos a estar escuchando en los próximos meses.
Así pues, no soy muy optimista en que este año que inicia sea menos violento que el anterior, no se ve desde el inicio que las cosas vayan a cambiar para mejorar, pero lo más grave sería que este clima de violencia sea decisivo en el proceso electoral. Solo espero que este año amigo lector no seamos parte de la estadística criminal.
¡Gracias por haberme favorecido en el 2017 con tu lectura a este espacio de opinión y espero seguir contando contigo en este año nuevo! Mis mejores deseos para ti y los tuyos.
